Notificación sobre las obras de Jon Sobrino
Diario de Burgos, sábado 17/03/07
La Congregación para la Doctrina de la Fe ha hecho pública el catorce de marzo una Notificación sobre los errores «teológicos» y «metodológicos» de las obras del Padre Jon Sobrino, tituladas: Jesucristo liberador Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret, Madrid 1991; y La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas, San Salvador, 1999. La Notificación ha sido aprobada expresamente por el Papa, por lo que participa del Magisterio Ordinario del Romano Pontífice (cf. Instrucción Donum Veritatis, 18) y su naturaleza es de magisterio universal (cf. Constitución Apostólica Pastor Bonus, artículo 48).
El fin que pretende la Notificación -publicada tras un diálogo con el Padre Sobrino y sus legítimos superiores- no es juzgar las intenciones subjetivas del autor. Tampoco descalificar la opción preferencial por los pobres, como indican claramente estas palabras de la Nota explicativa que la acompaña: «No debe entenderse como reproche a los que pretenden vivir la opción preferencial por los pobres», pues «las desigualdades inicuas y las opresiones que afectan hoy a millones de personas están en abierta contradicción con el Evangelio de Cristo y no puede dejar tranquila la conciencia de ningún cristiano». Lo único que busca la Notificación es ayudar a los fieles en su discernimiento sobre lo que es doctrina de la Iglesia y no la errónea opinión de un teólogo en un punto tan esencial como la persona y la obra de Jesucristo, Hijo de Dios y único Salvador de todos los hombres.
Como ha creído siempre la Iglesia y ha enseñado solemnemente el Concilio Vaticano II, Jesucristo ha confiado su doctrina al Colegio de los Obispos, cuya cabeza es el Papa, para que la custodien y trasmitan íntegra y fielmente a los fieles de todos los tiempos. La Jerarquía de la Iglesia sería infiel a esta misión si no advirtiera a los fieles de las doctrinas erróneas en materia de fe y costumbres. Sobre todo, si las cuestiones afectadas son de tanta relevancia -como ocurre en el presente caso - como la divinidad de Jesucristo, su autoconciencia sobre su filiación divina y su mesianidad, el carácter salvífico y no meramente ejemplar de la muerte de Cristo y la no plena identificación entre Jesús de Nazaret y el Hijo de Dios, sugiriendo la negación de una única Persona en las dos naturalezas.
La Iglesia tiene que ofrecer a sus hijos sus cuidados de Madre y Maestra. Ella es consciente de que pronunciamientos como la presente Notificación pueden ser malinterpretados y hasta tergiversados. No obstante, el bien común del rebaño que tiene encomendado exige que esté pronta a sacrificar, aunque sea con dolor, la honra de alguno de sus hijos, si está sostenida en el pedestal del error.
Los fieles deben agradecer a Dios estos cuidados maternos de la Iglesia y tomar en la debida consideración las indicaciones maternales que ella le hace. Así mismo, deben seguir considerando como un hermano al autor afectado por la presente Notificación e implorar de María la gracia necesaria para que ella redunde en bien de todos.