Solidaridad con Jon Sobrino desde Mexico
Querido Jon:
Somos un colectivo de amigos teólogos y pastoralistas del equipo animador nacional de las Comunidades Eclesiales de Base de México; de distintos Centros de apoyo al caminar de la Iglesia de los pobres, como el CAM (Centro Antonio Montesinos), CEE (Centro de Estudios Ecuménicos), del Observatorio Eclesial; de la Diócesis de Ciudad Guzmán, Jalisco; de la parroquia de Plátano y Cacao, Tabasco; de la Conferencia de Religiosas/os; de la Universidad de Morelos.
Nos duele por ti y nos duele el Cuerpo de los Crucificados. Son los que siempre salen pagando los golpes. La petición de san Ignacio, de ser puestos con el Hijo, se va realizando en la situación actual. Recién llegado de África, junto con América Latina nos sigue urgiendo "bajar de la cruz a los crucificados". El mejor aval de tu teología es el momento actual.
La gente de las Comunidades Eclesiales de Base dice: "sentimos en el propio cuerpo el dolor de nuestros hermanos/as, por eso no podemos dejar de servir". Una forma de tu servicio es el hecho de no aceptar incondicionalmente la Notificación de la Doctrina de la Fe. Hacerlo sería invalidar el acompañamiento teológico a los procesos de liberación.
Por nuestra parte nos preguntamos cómo seguir contribuyendo al servicio del reinado de Dios, en el acompañamiento de los desposeídos, de los crucificados. Nos damos cuenta que que el bajar de la cruz, que la resurrección de los muertos, pasa por la cruz, pasa por el cargar con el pecado y "hacerse pecado".
Gracias por la cristología y por tu forma de seguimiento de Jesús, que nos ayuda a estar junto al pueblo mexicano, tan golpeado en Oaxaca, en las mujeres violadas y desaparecidas de Ciudad Juárez y de muchas más entidades, en la violación y tortura de Ernestina Ascensión, indígena de 73, años por parte de militares, tan inmediatamente protegidos y deshonestamente encubiertos por los mandos del ejército y por el mismo presidente de la república, que atribuyó a "gastritis" la causa de su muerte; pueblo golpeado y de nuevo crucificado en los indígenas, como Diego Arcos Meneses, ch'ol de Nuevo Tila, Chiapas, encarcelado por "ir a ver quién estaba herido y necesitaba auxilio" en el enfrentamiento de uniformados en Viejo Velasco Suárez, Chiapas; las viudas de los obreros de la mina de Pasta de Concho? las cruces de los emigrantes en las fronteras...
¿Y en la Iglesia? Cierres de centros académicos y de enseñanza que quieren hacer su reflexión de fe sumergidos en esta historia; tantas censuras y silenciamientos a teólogos que acompañan a la Iglesia de los pobres y que la potencian.
Los desposeídos siguen esperando y continúan en su caminar en medio de tantas cruces. Siguen siendo compañeros de Jesús, y tienen la fuerza del Resucitado, la compañía del Dios crucificado. Siguen haciendo historia y siguen siendo salvación compartida, de la historia.
Sin duda nuestro querido San Romero de América te está fortaleciendo y nos unimos a él y a ti para seguir juntos por los senderos de liberación de América Latina y El Caribe.
Con profundo respeto y cariño.
P.José Sánchez, P.Francisco Lucas, P.Alfredo Monreal, Javier Garibay sj , Alejandro Castillo, Socorro Martínez, Camilo Maccise, Alfonso Vietmeier Alejandro Ortiz, Chema Castillo, Fernando Orozco, Licha Puente de G., Domingo Guarino, Pedro Negrete, Daniel Hernández, Juan Manuel Hurtado, Francisco Ibarra, Sebastián Mier, Jaime Laines, P. Javier Terríquez, Isabel Martínez, Pedro Negrete, P:Ángel Sánchez, Tere Daza, P.Francisco Ibarra, José Guadalupe Sánchez Suárez