Queridos hermanos:
- Inicio del Año Litúrgico;
¡Qué consuelo da saber que Dios va con nosotros en la historia! Esto es, precisamente, el sentido de este tiempo de Adviento. Al mismo tiempo que se inicia el Año Litúrgico celebramos ese gran acontecimiento: "del Dios con nosotros" como lo anuncio el Profeta Isaías cuando dijo que: una virgen concebiría y daría a luz a un niño que se llamaría así "Emmanuel, Dios con nosotros".
- Historia de la salvación en la historia de los pueblos
Celebramos con este título el Adviento, el advenimiento de Dios a nuestra historia. Dios ha querido tejer la historia de la salvación de los hombres en nuestra propia historia humana. De modo que nuestra historia humana será salvación para los hombres si refleja los proyectos de la historia de la salvación de Dios, y los hombres en la historia del pueblo tienen que saber que la historia no termina con el tiempo, sino que está ya incrustada en la eternidad de Dios y que Dios es, por tanto, el dueño de la historia.
- La Iglesia mantiene el designio de Dios
El tremendo papel de la Iglesia es mantener en la historia de los hombres el proyecto de la historia de Dios. Reflejar esa historia de Dios en los acontecimientos concretos del pueblo para poder aprobar todo aquello que refleje ese proyecto de la salvación de Dios en la historia; y con la santa libertad de Dios, también, rechazar en la historia de los hombres todo aquello que no corresponde al proyecto, al designio de Dios que quiere salvar a la humanidad.
Por eso la Iglesia tiene que mantenerse sin identificación con los proyectos históricos de los hombres, aunque tiene que iluminarlos todos. Pero la liberación que la Iglesia predica tiene que ser desde la perspectiva de la liberación de Dios Nuestro Señor.
Por eso explicaba el Papa Pablo VI -y yo quisiera que todas las comunidades cristianas que nos encontramos esta mañana en la reflexión de este Adviento tuviéramos en cuenta esta orientación necesaria hoy más que nunca.- "Muchos cristianos generosos, sensibles a las cuestiones dramáticas que lleva consigo el problema de la liberación, al querer comprometer a la Iglesia en el esfuerzo de liberación, han sentido con frecuencia la tentación de reducir su misión a las dimensiones de un proyecto puramente temporal, de reducir sus objetivos a una perspectiva antropocéntrica -es decir, que tiene al hombre como centro de la historia- la salvación, de la cual la Iglesia es mensajera y sacramento, a un bienestar material. La actividad de la Iglesia, olvidando toda preocupación espiritual y religiosa, la quisieran reducir a iniciativa de orden político o social. Si ésto fuera así, la Iglesia perdería su significación más profunda, su mensaje de liberación no tendría ninguna originalidad y se prestaría a ser acaparado y manipulado por los diversos sistemas ideológicos y los partidos políticos. No tendría autoridad para anunciar de parte de Dios, la liberación. Por eso quisimos subrayar en la misma alocución del Sínodo la necesidad de reafirmar claramente la finalidad específicamente religiosa de la evangelización. La evangelización perdería su razón de ser si se desviara del eje religioso que la dirige ante todo: el Reino de Dios en su sentido plenamente teológico".
- Se explicita el proyecto de Dios
El adviento, entonces, viene a recordarnos -con la riqueza de sus lecturas que se van haciendo estos domingos- cuál es el proyecto de Dios, cuál es su historia de salvación a la cual tenemos que orientar las fuerzas reivindicadoras, las liberaciones, los esfuerzos humanos de las historias del tiempo de los hombres. Por eso, todos estos cuatro domingos nos van a explicitar el proyecto de Dios.
- Síntesis de la historia de salvación
El domingo pasado -que no tuve la dicha de compartir en esta catedral con Uds. Pero cuya representación llevada por el P. Fabián Amaya ha sido auténticamente la voz de la liturgia y de la Palabra de Dios- nos presentaba la síntesis de la historia de la salvación desde el principio hasta el fin. Al principio, una iniciativa de Dios y una promesa de arrancar de un vástago de David, un hijo en el cual se iba a encarnar el Hijo de Dios. Y el Hijo de David aparecería como el redentor de los hombres.
Ese es el inicio de la historia de la salvación: la promesa y la iniciativa de Dios que en la historia se vale de un hijo de un rey para hacerlo redentor de los hombres. El fin de esta historia nos los presentaba el evangelio el domingo pasado cuando Cristo; frente al templo de Jerusalén, cuenta el fin de ese tiempo y el fin de la historia. Entonces dice: "Verán al Hijo del Hombre que viene con gran poder y majestad". Y la segunda lectura nos presentaba como a ese Hijo de Dios, que viene ya en su fase definitiva de la redención de los hombres, saldrá al encuentro una humanidad santa redimida. Somos nosotros, y tenemos la dicha de haber vivido y desarrollado en nosotros la historia de la salvación.
Juan Bautista signo de los hombres que Dios necesita
El segundo y el tercer domingo de Adviento -o sea, este de hoy y el que viene nos van a presentar, en el símbolo de Juan El Precursor, como Dios se vale de los hombres para que colaboren en la historia de la salvación. Este domingo y el otro domingo serán las condiciones que Dios pide a los hombres para incorporarlos en la historia de la salvación.
- Preparativos inmediatos para el nacimiento de Dios en la Historia.
Y el cuarto domingo, ya en las vísperas de la Navidad, nos presentara los preparativos inmediatos en que María tiene un papel tan preponderante para que ese Rey de la gloria, Señor de la eternidad, se venga a hacer, también, Señor de la historia; nazca en Belén para nuestra historia. Toda la Navidad será celebrar la venida de Dios a hacerse caminante con los hombres en la historia de todos los pueblos. De ahí la importancia de esta temporada, sobre todo, para quienes sentimos el anhelo profundo de la liberación de nuestro pueblo, pero no confundiendo con proyectos de la tierra el gran proyecto de Dios, sino iluminar con ese proyecto de Dios los proyectos redentores de los hombres.
Yo quisiera, queridos hermanos -los que están aquí en la catedral y los que a través de la radio vamos a reflexionar en esta presencia de Dios que quiere valerse de los hombres para salvar al mundo-, que si de veras queremos ser la comunidad cristiana que Cristo quiere organizar en torno de él con su fe, con su amor, con su esperanza, para ser luz del mundo y salvación de los pueblos, nos fijemos bien en las reflexiones que la Palabra de Dios nos sugiere, para que hagamos verdaderamente de nuestras comunidades parroquiales, de nuestras comunidades eclesiales de base, de nuestras reflexiones bíblicas en familia, de nuestro vivir cristiano, verdaderamente la comunidad de Cristo de la cual nos va a hablar hoy San Pablo en la epístola.
1º Dios viene a salvar en la historia de los hombres.
2º El Precursor, símbolo de la colaboración humana en la historia de la salvación
3º Nuestra Iglesia y nuestra historia.
Yo encuentro en las lecturas de hoy dos descripciones sumamente expresiva.
a) El marco histórico-político en que se introduce el ministerio de Juan.
Acaban de escuchar en el evangelio de hoy un marco histórico político: "En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato Gobernador de Judea… Y después describe la situación política de Palestina sometida al Imperio Romano y gobernada por cuatro Tetrarcas -Tetrarquía quiere decir la distribución entre cuatro-. Cuatro reyes gobernaban bajo el Imperio de Roma la tierra en que vivió Jesús.
Y en ese marco histórico político, también una historia eclesiástica: "… bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás…" Aquí está el marco, la historia en que precisamente comienza San Lucas a describirnos la Palabra de Dios. En ese marco:"… vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto". No podía ponerse un prólogo más solemne y más encarnado en la historia del momento precioso en que Dios viene a hacerse un caminante de nuestra historia. Así es siempre: Dios irá trabajando su salvación contando con los emperadores, con los reyes, con los gobernantes, con los sacerdotes del tiempo; son los hombres que van enmarcando en historia de la tierra, el momento de Dios.
- La historia que tejen las intrigas sirve a Dios para tejer su salvación.
En estos cuatro reyes de la Palestina, entre esas intrigas de los palacios, entre aquellas superficialidades de una religión que se ha hecho tan legalista que ya tiene que preguntar cuál es el primer mandamiento para honrar a los hombres víctimas de esas intrigas, de esas subordinaciones, de unos imperios sobre otros pueblos.
Los momentos cambiarán pero el proyecto de Dios será siempre el mismo: salvar a los hombres en la historia. Por eso, la Iglesia encargada de llevar ese proyecto de Dios, no puede identificarse con ningún proyecto histórico. La Iglesia no pudo hacerse aliada del Imperio Romano, ni de Herodes, ni de ningún rey de la tierra, ni de ningún sistema político, ni de ninguna estrategia política humana; los iluminará todos, pero ella se conservará siempre auténticamente la que va anunciando la historia de la salvación: el proyecto de Dios.
b) Una ciudad de la geografa humana, se hace signo de la capital del Reino de Dios.
Es otro rasgo precioso que confirma mi pensamiento: Dios salva en la historia, es la primera lectura de hoy. Baruc, un profeta que recoge los sentimientos religiosos que han dejado como herencia los profetas, recoge aquel momento en que después del cautiverio de Babilonia cuando otro imperio, el de Persia, se ha llevado prisioneros a los hijos de Israel que lloran su cautiverio; los profetas anunciaban el retorno del destierro a Jerusalén.
- Las vicisitudes de un pueblo que vuelve de su destierro, signo de la redención de Dios.
Aquí aparece otra vez la historia de un pueblo humillado en el destierro, pero animado por la historia de la salvación. Precisamente ese destierro va a ser el signo de la necesidad de los hombres para ser salvos; por su fuerza no pueden, vendrá Dios. Este era el anuncio de los profetas. En este tiempo de Adviento cuando se anuncia la salvación en Cristo, se recuerdan estos episodios para ver como Dios va salvando a los hombres en la historia.
- Jerusalén desde que David la hizo sede de su reino, tiene una proyección mesiánica.
Y la bella comparación de la capital de Israel: saqueada, destruida, deshecha, hace soñar con una nueva Jerusalén. Los profetas hablan de la nueva Jerusalén, la que van a encontrar los desterrados cuando vengan. Y en el camino del retorno por el desierto se irá anunciando con una voz -aquella voz de los heraldos que anunciaban el paso del rey-: "Preparad los caminos porque Dios viene conduciendo al pueblo. Enderezad las sendas tortuosas -y como una obra de arquitectura, de ingeniería, haciendo una hermosa carretera, una avenida, describe preciosamente ese retorno en la historia-, Dios ha mandado a bajarse a todos los montes elevados, a todas las colinas encumbradas, ha mandado que se llenen los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios…
Jerusalén, ciudad de esta tierra, la ocupa la Sagrada Revelación de Dios para describirnos las maravillas de su reino y de su redención.
Su nombre será: "Paz en la justicia, Gloria en la piedad".
Hace una invitación a la Capital del reino de Dios simbolizado en Jerusalén: "Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente, a la voz del Espíritu, gozosos, porque Dios se acuerda de tí. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real".
¿Ven cómo los acontecimientos de los pueblos los aprovecha la historia de la salvación para sembrar en los hombres la esperanza, el arrepentimiento, el retorno a Dios, la alegría de sentirse acompañados por Dios en la historia? Esta es la enseñanza de este primer pensamiento, queridos hermanos, en este tiempo de adviento. Una gran esperanza de que Dios va con nuestra historia. Dios no nos ha abandonado, Dios va sacando partido hasta de las injusticias de los hombres esperando el retorno para que también la salvación, aquí en El Salvador, puede llamarse con el dulcísimo nombre que la llama la Palabra de Dios hoy: "Paz en la justicia, Gloria en la piedad". Hagamos lo posible, pues, para que nuestra historia salvadoreña sea de verdad una historia de salvación.
a) La persona
En este tiempo de Adviento y, principalmente, en este domingo y en el que viene, cuando la Iglesia nos quiere presentar la figura providencial, maravillosa, de Juan Bautista.
- Anunciado por los profetas
Había sido anunciado por los profetas un heraldo, un ángel que iría anunciando delante de la venida de Cristo, que ya se acercaban los tiempos. Algunos lo confundieron con Elías que había sido arrebatado a los cielos y se creía que iba a venir a anunciar la venida de Dios al mundo.
Pero Cristo interpreta esa tradición y dice: "Elías ya vino" y se refiere a Juan Bautista.
Las lecturas de hoy interpretan ese personaje misterioso de la tradición judía encarnado en Juan el Bautista. Juan es la figura central del Adviento porque él es el ángel, el Precursor, el que va anunciando que Jesús ha venido ya.
b) La misión
El evangelio de hoy de San Lucas -que será el evangelio de todo el año identifica aquella voz que anunció Isaías: "Recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: "Una voz grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad su senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torció se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios".
- Conversión bautismo
Era la voz de la esperanza pero poniendo condiciones para ese encuentro con Dios, de las cuales vamos hablar más explícitamente el próximo domingo pero ya hoy se insinúan en la predicación y en el bautismo de Juan: "Conviértanse, bautícense". El bautismo era un rito de penitencia. Todo hombre que reconocía sus pecados iba a purificarse, a manifestar de alguna manera su deseo de limpieza espiritual: no más manchas, no más inmundicias morales en el corazón; y así se convertían. Y sólo los que se convierten, verán; el Señor retorna a su pueblo.
c) La comunidad cristiana, contiene la obra del Precursor
De allí que ahora nos interesa que la misión de Juan Bautista se haga presente aquí en El Salvador. Y se hace presente, porque lo hermoso de la liturgia de esta mañana es que nosotros, la comunidad cristiana, somos esa misión profética de Dios anunciando la salvación del Pueblo.
- Pueblo y Pueblo de Dios
Yo quiero insistir, queridos hermanos, en una distinción que debe de estar en nuestro tiempo muy bien clarificada: No es lo mismo decir el pueblo, que decir el Pueblo de Dios. ¿Qué diferencia hay? El pueblo es todo lo que habita la Patria. Todo ese es el pueblo salvadoreño, incluyendo los que no creen, los indiferentes. Todos aquellos, crean o no crean, son el pueblo. Pero cuando decimos el Pueblo de Dios, queremos decir la comunidad cristiana; entre los salvadoreños, aquellos que han recibido el mensaje de Cristo, que se han convertido, y para manifestar esa conversión se han bautizado y están preparando -como decía Juan Bautista- "un pueblo perfecto para la venida del Señor". De allí que el pueblo de Dios es una selección.
No lo decimos con orgullo, ni soberbia porque, talvez, nosotros no somos el Pueblo de Dios cuando no estamos convertidos de verdad. Pueblo de Dios también es, aún fuera de las fronteras de la Iglesia, todos aquellos que no han conocido a Cristo pero han puesto en Dios su esperanza y su confianza. Por eso podemos decir: "no están todos los que son, ni son todos los que están".
- Colaboradores en la obra del Evangelio
De allí la necesidad de que nosotros, en esta mañana, si de veras sentimos que Dios quiere hacer la historia de la salvación con los hombres y mujeres que crean en él y que formen con él la comunidad de amor -como la llama San Pablo hoy-; tenemos que buscar en nosotros la identificación del Precursor, de Juan Bautista, y que San Pablo, en su epístola de esta mañana a los Filipenses, les dice: "Uds. han sido colaboradores míos en la obra del evangelio, desde el primer día hasta hoy. "Estos son la comunidad que salva al pueblo: los que han colaborado en la evangelización.
- Que vuestra comunidad de amor crezca
"Testigo me es Dios… Y esta es mi oración -dice San Pablo-: que vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. "Me alegro mucho de poder decir esta distinción para poder reclamar a todos aquellos que quieren sentir el inmenso honor de llamarse Iglesia, comunidad cristiana, que no basta el título ni la apariencia de reunirse en torno de la Biblia. Que lo que Dios nos pide es algo más profundo: es sentimientos de precursor, conversión de Juan Bautista, identidad de un hombre que en medio de imperios y de reinos, y de sistemas políticos, se mantiene auténticamente el misionero de Cristo.
¡Y vaya si en los tiempos de Juan Bautista no había una gran maraña política! Había grupos políticos como los hay hoy. Había quienes estaban a favor del imperio, quienes estaban contra el imperio; y en la facción de la oposición del imperio había diversos partidos, lo que llamaríamos hoy también, organizaciones políticas populares. Había también brazos armados de esas organizaciones. La historia del tiempo de Jesús es maravillosamente igual a nuestro tiempo. Y Juan Bautista no se hace facción, sino que se hace heraldo del Rey.
A todos -como lo vamos a ver el próximo domingo dirá una palabra de salvación. No hay exclusivismos en su corazón, a todos los llama el Señor para formar su pueblo. Pero, sí, también, es valiente para rechazar aunque se llame rey a aquel que está cometiendo pecado. Y, precisamente, por llamarle la atención a Herodes paga con su cabeza la valentía de reclamar el pecado al mismo rey, pero Juan no se identificó con ninguna facción.
- Como Juan Bautista en su marco histórico-político la comunidad cristiana ilumina con su amor a los pueblos y comunica la salvación, la conversión, el bautismo… sin identificarse sino salvando… trascendiendo desde adentro…
La comunidad cristiana tiene que ser la que crezca en el amor, en la fe, en la palabra de Dios. El Pueblo de Dios tiene que ser en sus comunidades la expresión de este amor que salva. La comunidad está salvando hoy a la Patria en la medida en que es verdadera comunidad cristiana.
Queridos hermanos, queridos sacerdotes, queridos agentes de pastoral, queridas religiosas que trabajan en la pastoral, queridos catequistas, celebradores de la Palabra, ¡cuánta gente trabajando en la Pastoral! ¡Bendito sea Dios! Pero tengamos en cuenta de hacer de verdad la Iglesia; que sea Precursor del Señor, sea de verdad. Que nuestro trabajo de Iglesia se identifica tan íntimamente con Cristo que su amor es el amor de la comunidad, que su iluminación es la iluminación de la comunidad, que pensamos como Cristo piensa y buscamos la liberación de nuestro pueblo desde esa perspectiva: de la historia de la salvación que debe de iluminar todas las salvaciones en la historia.
No hay más que una historia de la salvación y desde ella iluminaremos las salvaciones, las liberaciones, las reivindicaciones de todos los hombres; que serán auténticas en la medida en que se identifiquen o que aspiren, que se orienten a la salvación en Cristo. Y serán espúreas, serán falsas, en la medida que se alejan de los sentimientos de Cristo. Y se alejan de Cristo por el odio, por la venganza, por las parcializaciones, por los radicalismos. No pueden ser salvaciones de Cristo más que aquellas que buscan en la fuerza del Señor la salvación, el bien común del pueblo, y no el bien de una facción popular nada más.
Como Juan Bautista, en el marco político histórico la Iglesia tiene que ser el clamor del Señor, la voz que clama siempre en el desierto: "Preparad los caminos del Señor!" Un llamamiento a todos los corazones para que de veras busquen el encuentro que nos hará felices ya en esta tierra.
Porque quiero también subrayar esto, queridos hermanos: en la medida en que nosotros buscamos esta historia de salvación, estamos siendo también encarnados en la historia de nuestro pueblo.
Se quiere pensar muchas veces que ya ese sentido religioso de la comunidad cristiana nos aleja, nos aliena -como se dice hoy- de las realidades de la tierra. Pero estamos, cabalmente, enseñando esta mañana que Dios quiere salvar en la historia y que cuanto más historia de El Salvador sea la nuestra, más estará Cristo en nuestras propias entrañas. No necesitamos, pues, importar a El Salvador, imperialismos de ninguna clase. Aquí está en nuestro pueblo la salvación de Dios, aquí esta Cristo, es salvadoreño, es historia de nuestro pueblo. Y los que comprendan mejor esta historia comprenderán mejor como quiere Dios liberar y salvar a este pueblo de El Salvador. No tenemos que aprender de otras partes lo que ya tenemos aquí por nuestra fe en nuestro propio pueblo.
Uds. mismos, analizando esta Palabra de Dios tan providencial que se nos ha dado hoy, vean que cosas hay en nuestra Iglesia y en nuestra historia que van reflejando en El Salvador la historia de la salvación de Dios. Y, al revés, que cosas pueden haber en nuestra historia salvadoreña y aún dentro de nuestra Iglesia salvadoreña, que no reflejen ese Reino de Dios y que, por tanto, tenemos que arrancarlo como pecado. Porque pecado es todo aquello que se opone al designio salvador de Dios en la historia.
Celebramos ayer la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Varias comunidades y todo el pueblo de Dios, en general, celebra en ese misterio de la Virgen María la aurora de la liberación del pueblo. María sin pecado, elevada al cielo, limpia, después de pasar por la historia del mundo, es la imagen perfecta de una Iglesia que quiere ser en el mundo colaboración de la salvación de Dios como lo fue María. Nadie como María colaboró para salvar al mundo, pero nadie como María se mantuvo también tan solidaria con su Dios; y por eso es la fuerza salvadora y ella misma es la imagen en su persona de la liberación humana.
El Papa decía en Puebla: "En América Latina la devoción a la Virgen forma parte de su propia identidad". No se puede entender la historia latinoamericana si no es con la devoción a la Virgen. Y eso lo hemos sentido en el día de la Inmaculada Concepción; no tanto, tal vez, como en Nicaragua donde constituye casi una fiesta nacional, pero María en este misterio es muy amada en nuestras comunidades.
Yo quiero evocar aquí, como viviendo nuestra historia, la imagen de la Purísima Concepción de Cojutepeque; allá estaba la Capital de la República cuando el Papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción en 1854. Se le puso la corona, que ostenta allá en Cojutepeque, como el signo de la fe y de la creencia del pueblo salvadoreño en el dogma de la concepción Inmaculada de María. Pero muchos otros lugares la celebran con mucha piedad.
Yo tuve la dicha de celebrar la fiesta de la Inmaculada en un pueblo de Guatemala, junto al pintoresco lago de Amatitlán donde la Congregación de Carmelitas Misioneras de Santa Teresa tienen una casa de retiro espiritual y donde 8 jóvenes hicieron su profesión religiosa, entregándose así al servicio de Dios en una fiesta tan simpática de la Virgen. Tuve la grata sorpresa de que en aquellas alturas de Carmel Juyú, se escucha perfectamente nuestra radio Y.S.A.X., y sin duda que me están escuchando. Reciban un saludo y un agradecimiento por lo amable que fue la hospitalidad que allí me brindaron y la alegría que sentí de celebrar la fiesta de la Virgen en medio de tanta generosidad de entrega a ella.
Hablando de religiosas, celebraba allá 2 años de vida consagrada a Dios la Madre Marta Alicia Reyes.
Así como también entre nosotros celebraba ayer sus bodas de Plata religiosa la Hna. Nelly Rodríguez del Colegio Sagrado Corazón.
Celebró su primera misa en Ahuachapán el P. Alejandro Pineda Rodríguez. Otro homenaje a la Virgen de nuestro pueblo.
Se celebró en Tonacatepeque la fiesta Patronal de San Nicolás Obispo. Y se prepara allá una fiesta de Confirmación para el día 30 de diciembre en que muchos jóvenes van a recibir el sacramento del Espíritu Santo.
En la Diócesis de Santiago de María otro acontecimiento eclesial, signo de la presencia redentora de Cristo entre nosotros: 25 años de vida de aquella diócesis regida por Mons. Rivera y Damas. El 2 de diciembre de 1954 Pío XII soñaba con lo que ahora es ya realidad: una presencia de Iglesia que, precisamente, en el 25 aniversario se reflexionó sobre la teología de la Iglesia particular y del Obispo. Donde hay una sede episcopal y hay un obispo sucesor de los apóstoles, hay una presencia especial de la salvación de Dios en la historia: la Iglesia. Y la Iglesia ha trabajado allá intensamente, gracias a Dios. Lamentamos en estas celebraciones la actitud irrespetuosa y ridícula del BPR que en plenas fiestas se fue a ocupar el quiosco del parque y se propuso hacer ruido; pero la fiesta no pudo fracasar gracias a la organización. Se constató que no eran jóvenes de Santiago de María. Sentimos, de verdad, que actitudes tan ridículas ofendan tanto los sentimientos sencillos de un pueblo.
Mons. Rivera y Mons. Urioste partieron esta semana para Holanda a representar a nuestra Arquidiócesis que fue invitada por una institución Ecuménica de Solidaridad, a fin de llevar la voz de América Latina en la promoción de una colecta que se hace en Holanda para ayudar a la promoción de nuestros pueblos. Esta semana que viene estarán trabajando en este sentido nuestros queridos hermanos Mons. Rivera y Mons. Urioste. Les encomiendo a sus oraciones para que sus voces expresivas de la situación del país de América Latina produzca en los corazones generosos de los cristianos de Holanda el sentido de comunión y de ayuda para nuestros pueblos.
A propósito de estas organizaciones, tuvimos esta semana las visitas de dos instituciones de Alemania: ADVENIAT Y MISEREOR, cuyos dos representantes se dieron cuenta de la utilidad que aquí se le da a los subsidios tan generosos que nos vienen de los cristianos de Alemania. Una de esas obras es el trabajo de las religiosas en los pueblos. El representante de ADVENIAT pudo saludarlas a todas, ya que se encontraban haciendo sus ejercicios espirituales. Se dio cuenta de la inmensa labor que, gracias a esta ayuda alemana, podemos hacer entre nosotros. Como ven, el sentido misionero de la Iglesia es una actualidad.
En Chalatenango varios jóvenes realizan un curso de nivelación cultural. Me dio gusto, en la visita que les hice, ver el sentido optimista de poder encontrar posible su ascenso al sacerdocio. Pidámosle mucho al Señor para que estos jóvenes, ya de vocaciones tardías, de veras puedan ser sacerdotes que serán muy generosos porque comprenden que su vocación es doblemente meritoria.
Hay en nuestra Arquidiócesis comunidades catecumenales que están prosiguiendo sus programas en estos días. Son también vida de esta comunidad que se alimenta de la palabra de Dios y de la vivencia cristiana de la fe.
Hoy en la noche se clausura un Cursillo de Cristiandad. Es un método de espiritualidad laical que no ha perdido su actualidad y que, gracias a Dios, fomenta la conversión y el apostolado de muchos seglares.
Otra actividad de nuestra comunidad de amor y de fe son las escuelas de FE Y ALEGRIA. La semana pasada clausuraron sus labores en cinco academias donde se promueven a oficios jóvenes de ambos sexos. Está celebrando el 10o. aniversario y es digno de todo encomio este trabajo de promoción entre todos nosotros.
En la comunidad parroquial de Quezaltepeque se está ya en vías de solucionar el cisma que ha molestado aquella población. Quiero recordarles que gracias a Dios, el P. Roberto ha sido fiel a su ministerio parroquial a pesar de sus dificultades. Espero la ayuda de aquella comunidad para que se solucione pronto y ya no exista más que un solo rebaño bajo un solo Pastor.
En la Parroquia de San Martín hubo una falsa alarma. Se denunció que el Párroco, el P. Rutilio Sánchez tenía un depósito de armas. Esto iba a provocar un operativo de la Policía Nacional, pero ésta tuvo la prudencia de acudir primero al Arzobispo, quien intervino, de acuerdo con el Párroco, a que se hiciera un cateo en el convento parroquial. De modo que el mismo Padre Tilo y con dos testigos del Arzobispado revisaron la casa habiendo concluido de que se trataba de una pura calumnia. Queda así, pues, limpia la fama de aquel convento. Alguna mala interpretación ha querido complicarme a mí como haciéndome responsable de entregar al Padre Tilo a la policía. Quiero protestar por estas interpretaciones tendenciosas ya que comprendo que hoy hay un afán en desprestigiar al Arzobispado, pero puedo poner aquí como testigo al mismo Padre Tilo y a la Curia Arzobispal: que se trató precisamente de una defensa del Padre Tilo y no de una traición a él…
Trabaja nuestra comunidad cristiana al organizar confirmaciones como la que celebramos en el templo del Corazón de María, organizada por todos los párrocos de la Vicaría de la Asunción Flor Blanca.
Celebramos con fervor el aniversario de dos padres asesinados en la fecha del 28 de noviembre. Hace nueve años el P. Nicolás Rodríguez y hace un año el Padre Ernesto Barrera. Coincidencia de un doble crimen que debe de hacernos reflexionar: "una sociedad que mata a sus sacerdotes".
Retornó de su viaje de salud el P. Mariano Brito, Canciller de la Curia y párroco de la Colonia Luz. Además de su salud recuperada trae muchos testimonios de solidaridad, así como experiencias pastorales de comunidades cristianas en América del Sur.
Con tristeza quiero decir que las Religiosas del Buen Pastor, que han sido unos verdaderos ángeles en la Cárcel de Mujeres, van a tener que dejar ese servicio de la Iglesia por razones que son insuperables para ellas. Pero siempre han prometido cooperar en la pastoral carcelaria de la Arquidiócesis. Ojalá el Ministro de Justicia, de quien dependen las cárceles, logre el milagro de que las hermanas no se vayan.
Se va de nuestra diócesis la Hermana Rosa Beatriz Vaquerano que trabajaba con tanto celo pastoral en Plan del Pino. Se va para España pero esperamos que también ha de regresar.
Dos religiosas belgas sufrieron en un accidente, golpes serios; y les pido oraciones por su pronta recuperación.
Los Padres Pasionistas han consagrado ya en su Congregación al primer joven salvadoreño. Esperamos que después de él vayan viniendo más religiosas pasionistas.
Se confirma la presencia entre nosotros del Abad Roger de Taizé en la comunidad juvenil navideña que está preparando nuestro Seminario, para el sábado 22 y domingo 23, celebrando toda una vigilia de la noche del sábado al domingo. Ya irán dando detalles, pero quiero avisar a todos los jóvenes que no dejen de participar y de ponerse en contacto con este hombre providencial que ha arrastrado la juventud de todo el mundo y que actualmente se encuentra en América del Sur. Ha tenido que cambiar su plan de trabajo para poder vivir a pasar con nosotros la Navidad los días 22 y 23 de diciembre. En ella serán promovidos algunos seminaristas a los ministerios; o sea, un paso más adelante en su anhelo al sacerdocio.
Vamos a celebrar el día de la Paz, como lo quiere el santo Padre, el 1o. de enero.
El Papa que ha trabajado tanto por la unidad en este tiempo, nos da ejemplo de que también nosotros trabajemos por ese don de la unidad de las Iglesias cristianas. Ya desde ahora les aviso a los católicos y también a los protestantes de buena voluntad: que nos preparemos a celebrar la Semana de la Unidad que es tradicionalmente del 18 al 25 de enero.
El Papa tuvo en estos días intervenciones que son muy valiosas para nosotros. Yo quiero recordar sus pensamientos porque iluminan maravillosamente nuestra historia de El Salvador. El Papa, Pastor de esta Iglesia que mantiene la historia de la salvación en el mundo, ilumina la historia de todos los pueblos porque él es el Pastor de todo el mundo. De ahí que nosotros podemos sacar de sus alocuciones mucha luz para la historia de El Salvador, como cuando afirmó cuál es el verdadero sentido del progreso.
Dijo el Papa: "En el evangelio hay una invitación al progreso. Hoy el mundo está lleno de invitaciones al progreso; nadie quiere ser un "no progresista". Se trata, sin embargo, de saber en que modo se debe y se puede "ser progresista"; en que consiste el verdadero progreso". Y respondiendo el Papa comentó con los textos litúrgicos del Adviento, precisamente, que: "… el verdadero progreso es aquel que lleva en sí el sentido profundo de la verdad de Cristo. No puede haber progreso sin Cristo". Por eso el Adviento nos pone en una coyuntura maravillosa en esta hora de El Salvador, cuando se anuncia que Dios salva al pueblo en la historia, y se salvará y progresará en la medida en que el pueblo se adhiera, se una a ese Cristo que es el Dios salvador.
El Papa también hizo una maravillosa interpretación en que se conjuga el concepto de lo público y de lo privado. El Papa, haciendo un llamamiento a los hombres del derecho y, en general, al mundo, dice: "Mientras en ciertos países hay sistemas jurídicos en los cuales lo público tiene prioridad hasta reducir a casi nada lo privado; en otros hay, al contrario, sistemas jurídicos que someten las exigencias e intereses colectivos, incluso los fundamentales a lo privado y a los intereses individuales. En ambos casos -dijo el Papa- el hombre es víctima en su dimensión privada o social del uso del poder legislativo como instrumento de dominación del individuo o de la colectividad, en vez de como instrumento de justicia". Por eso el Papa afirmó que es urgente frenar valientemente el fenómeno preocupante de la explotación de lo privado para fines públicos por una parte; y la manipulación de lo público para fines privados, por otra parte. ¿Ven uds. la actualidad de este concepto cuando aquí unos pocos quieren legislaciones sólo a su favor y las mayorías no importan? Que conveniente es tener en cuenta lo que el Papa ha dicho: "El criterio -dice- para orientarse en esa compleja materia es sólo uno: el respeto a la persona humana". Sea pobre o rico el hombre es lo principal en el sistema social de un país.
También el Papa se refirió al papel de la mujer en el mundo y a la misión de los maestros. En cuanto a la mujer, el Papa dice: "Que la aportación esencial en esta coyuntura de la sociedad es especialmente un compromiso y un testimonio -no ambigüos- a favor de todo cuanto sienta las bases de la verdadera dignidad del hombre, de su éxito a nivel personal y comunitario". Y el Papa llamó la atención para que no se manipule el sentido de la mujer subordinándolo a causas, a veces, egoístas.
En cuanto a los maestros les dijo que: era un deber estar al día en sus conocimientos y en su pedagogía, y saber ser los realizadores del ideal del hombre en los niños y en la juventud que se les confía.
Se celebra en Manila una reunión de obispos y cardenales de 44 países para ver como la Iglesia se sintoniza bien con las preocupaciones del continente Asiático. Eso me dá una alegría a mí de pensar de que en nuestra América Latina las reuniones de Medellín y de Puebla han anticipado lo que hoy apenas se está procurando en otras partes. Sólo les quisiera pedir a uds., cristianos de América Latina, que sepan hacer honor al esfuerzo de una Iglesia que ha querido poner en sintonía el mensaje de la historia de la salvación con la salvación de nuestros pueblos. Y que sepamos ser de veras lo que buscan los obispos en Asia: una Iglesia en el momento en que vive el pueblo.
El Consejo Mundial de Iglesias, según dijeron nuestros periódicos, ha manifestado su interés para que los Derechos Humanos sean materia de su trabajo pastoral también en los campos protestantes. La Srta. Marta Benavides que ha venido con una misión especial del Consejo de Iglesias junto con el Sr. Pineda, hicieron esta declaración: En los últimos días han visto manifestaciones populares sin incidentes, los grupos populares se expresan por los medios de comunicación, se resuelven conflictos laborales, pero también en la misma prensa han visto posiciones de sectores que no están de acuerdo con ciertos cambios. "Indudablemente -dicen- aquí hace falta mucho trabajo, hay fascismo también y algunos rescoldos de corrupción administrativa".
Lo que yo quiero comentar de estas apreciaciones del campo protestante es: como, también, entre nuestros hermanos separados hay preocupación por los derechos humanos. Y lamentar, al mismo tiempo, que muchas confesiones cristianas no católicas entre nosotros, se han ido por un cristianismo tan espiritualista que creen que es traicionar al evangelio el preocuparse de las cosas de la tierra. Desgraciadamente el protestantismo que más se ha extendido en El Salvador es este, que considera casi a la Iglesia católica como que se ha hecho comunista y que se ha apartado del evangelio.
Nos da tristeza, también, que por seguir esta línea alienante, que no molesta, ni inquieta las injusticias de la tierra, muchas confesiones protestantes encontraron en el régimen oficial el apoyo que se le negó a la Iglesia. A la Iglesia se le persiguió porque predicaba la justicia, el orden en el pueblo, y a los protestantes no se les ha hecho más que ventajas, precisamente, por adormecer al pueblo… Ojalá, pues, que esta misión que ha enviado a El Salvador y a Centro América el Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos, haga despertar a nuestros hermanos protestantes de su adormecimiento de una falsa espiritualidad. Y esto lo digo con más razón de nuestros católicos que están pensando todavía que el evangelio puede prescindir de la justicia en el mundo, y no es verdadero evangelio de Cristo aquel que no se preocupa de la realidad en que vivimos los hombres en la tierra.
Esto que he dicho, queridos hermanos, es como el alimento de nuestra comunidad cristiana. Pero desde aquí, esta comunidad -que proyecta la historia de Salvación al pueblo- tiene que mirar con perspectiva salvífica de Dios los acontecimientos de la semana. Pero son tan complicados, tan densos los derechos de estos últimos días, que en vez de narrar aquí una crónica, voy a decir, mejor, unos conjuntos de principios que iluminen la realidad de El Salvador.
Porque, por otra parte, yo me alegro mucho de que la Iglesia ya no sea necesariamente la voz de los que no tienen voz. Hoy muchos pueden hablar ya y están hablando. Muchos a quienes servimos de voz hoy son voces auténticas que comentan los hechos del pueblo. Muchas voces cobardes ya se atreven a salir. Ojalá la valentía invadiera a nuestro pueblo y de veras se organizara, hubiera presiones pero de legítima inteligencia para que el pueblo camine a su progreso.
La Iglesia ojalá un día -como dijo el Papa en la OEA- ya no tenga que preocuparse de los derechos de los hombres porque ya la civilización de ellos los hace capaces de vivir esos derechos ellos mismos, y que la organización del país vaya siendo un día la expresión del respeto al derecho humana. Entonces la Iglesia podrá dedicarse más directamente a su tarea específica de evangelización. Es lo que ya intento yo hacer aquí, porque siempre tendrá que iluminar desde la historia de la salvación a los hombres en la historia para que se salven. Esto es lo que yo pretendo al presentar ahora no hechos separados, sino principios iluminadores de estos hechos.
El conflicto más vistoso en esta semana es el que ha surgido entre los intereses de las mayorías y los intereses de las minorías. Este conflicto se ha manifestado esta semana tanto en el orden económico como en el orden político.
En cuanto a lo económico el sector oligárquico como algunas organizaciones populares, también ha decretado paros en la producción para defender sus intereses. Los algodoneros lo hicieron hasta que los cuerpos de seguridad desalojaron el plantel "Entre Ríos". Entre paréntesis quiero decir que la intervención que suplicó a la Iglesia en esta ocupación de "Entre Ríos", no tenía otra finalidad que colaborar a una solución pacífica, a evitar violencias sangrientas; y, gracias a Dios, algo pudo hacer la Iglesia en este sentido. Pero el estudio de fondo tiene que iluminarse con estos principios.
Para la semana próxima las 35 asociaciones agrícolas, industriales, comerciales y de servicio que componen ANEP, han decidido organizar un paro de medio día en la zona metropolitana para solidarizarse con aquellos que están sufriendo las presiones más o menos, violentas que en forma más o menos adecuada defiende los intereses del sector mayoritario. Por su parte los campesinos y obreros organizados también han decretado paros en las haciendas e industrias, reteniendo algunas veces a rehenes hasta lograr alcanzar sus exigencias. Los primeros, o sea el sector de la oligarquía, han pedido la intervención de los cuerpos de seguridad para salvar sus intereses y su propiedad privada. Los segundos, es decir, los sectores obreros y campesinos -en algunas ocasiones se han apoyado en grupos populares armados- para urgir sus demandas.
Es probable -ojalá me equivoque- que las fuerzas de derecha al ver que las fuerzas armadas ya no están tan a la mano de ellos, traten-ellos- de hacer grupos armados y defender así sus intereses. Ciertas hojas y campañas en los barrios elegantes indican algo de este peligro de la fuerza armada de la derecha. ¿Dónde está la justicia? Hay que estudiar cada caso concreto. Sería interminable si aquí quisiéramos analizar. Solamente quiero recordar los principios que ya los puso el Papa: ¿Cuál es el fin del progreso? No que unos pocos los tengan todo y otros no tengan nada, sino que el progreso es el alcanzar todos la verdad de Cristo, la salvación. También el Papa nos ha dicho que el criterio en todas estas relaciones es el hombre, el criterio de justicia que ha de prevalecer no ha de ser el de garantizar la conservación de lo que se ha adquirido, sino velar para que las riquezas de la sociedad y la propiedad privada misma, cumplan su función social; que las propiedades permitan satisfacer las necesidades fundamentales de todos los salvadoreños.
Con respecto a la diferencia que el Decreto de Salarios Mínimos ha establecido y que ha sido causa de varios malestares hay que recordar que ciertamente el criterio ha sido que el salario mínimo de los cortadores de café puede ser pagado por el producto del café, no así el algodón y la caña de azúcar. Pero preguntémonos ¿si esta razón objetiva justifica una diferencia tan grande de ¢6.25 entre unos y otros, siendo así que todos los que trabajan tienen las mismas necesidades? Con ésto no quiero decir que al igualar los salarios a ¢14.25 haya de recaer sólo en los productores. Yo he sido testigo de lo que sufren, sobre todo, productores pequeños ante las presiones y exigencias que son imposible satisfacer. Pero aquí es donde viene la intervención del gobierno, él debe de buscar como redistribuir los ingresos que Dios dá para la bondad de todos los salvadoreños.
Caso parecido es una carta de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños en que dicen que han presentado una plataforma de peticiones, y sólo se les dá palabras pero no se les ha concebido lo que piden. Recuerdan como la Junta Revolucionaria se comprometió con el Bloque Popular Revolucionario a bajar las tarifas actualizadas en cinco rutas primarias. Y dicen los transportistas: "Nosotros estamos de acuerdo en bajar las tarifas, pero que se nos de lo que pedimos". Es el caso, pues, en que el bien común puede pedir la intervención del gobierno para subsidios, para que haya justicia en el pueblo. Aún en países de mayores recursos económicos sabemos como hay hoteles hasta de turismo que se tienen que subvencionar con subsidios del mismo Estado. Cuánto más cuando no se trata de lujo, sino que se trata de la subsistencia de nuestro campesino que no tiene en el año otro ingreso más que el salario de sus cortas de café, de algodón y de caña. Que lo tenga en cuenta todo ésto el bien común para que el malestar que ahora existe en toda esta situación se resuelva pronto.
Surge siempre la necesidad de unas estructuras de justicia de distribución, mejores que las que nos dominan. Es urgente y, ojalá, que en esto sean fuertes los hombres del gobierno para llevar adelante estos cambios a pesar de todos los sombrerazos y amenazas de la clase adinerada; que no se detengan como se detuvieron regímenes anteriores cuando vieron la necesidad del cambio de estructuras, pero no se atrevieron porque el poder del dinero era más fuerte que la voluntad del gobierno… Yo quisiera que la preocupación principal de ANEP y de todos los que defienden sus intereses no fuera mantener su posición, sino ver como la economía del país permita que todos los salvadoreños puedan sostener con el fruto de su trabajo dignamente a sus propias familias. Este es el ideal que tenemos que buscar entre todos…
Por otra parte yo quiero suplicar también a los trabajadores del campo y a los obreros que no acudan a la violencia para defender sus intereses, sobre todo, cuando tienen delante unos interlocutores que les hablan de sus grandes dificultades, casi imposibilidades. Que hagan lo posible por el diálogo y por agotar todos los medios pacíficos.
Ha habido medidas muy positivas esta semana como ha sido la congelación de tierras por la que se prohíbe transferir tierras mayores de 100 hectáreas. Con esta medida se quiere asegurar la posibilidad de una futura Reforma Agraria.
En el campo político: También este conflicto entre las mayorías y la minoría. Se ha manifestado a través de muchos pronunciamientos de distintas organizaciones, partidos y gremios apoyados por varias manifestaciones. De distintos modos se pretende presionar a la Junta para que opte por medidas económicas-políticas que favorezcan más a unos intereses que a otros. Para resolver los conflictos en este terreno político deben de prevalecer los criterios que antes hemos dicho: el hombre ante todo y la búsqueda de la verdad como cima del verdadero progreso.
Con respecto a las manifestaciones, he visto que distintas organizaciones populares, como de la misma burguesía, están promoviendo movilizaciones de mujeres. No se olviden lo que el Papa ha dicho: que la participación de la mujer en la política es válida pero tiene que ser una participación crítica. Que no se preste la mujer a instrumentalizarse en beneficio de unos intereses, sobre todo, si son egoístas. Que la mujer sea crítica para analizar en que tiene que participar y en que no… La mujer salvadoreña ha sido siempre una mujer muy digna. Ojalá que haga honor a su tradición y no se deje manipular, sobre todo, cuando es contra su voluntad.
El otro problema que yo quería enfocar es el de los desaparecidos y de los presos políticos. Se han dado algunos pasos. El primer informe de la Comisión hace unas recomendaciones muy valiosas como cuando dice de someter a los tribunales a los verdaderos responsables de esta situación. Y cuando dice de prohibir para el futuro la existencia de esas cárceles misteriosas…
Dos recomendaciones para mí son de mucho valor hoy. La primera es: que la voz que hemos estado clamando a cerca del Sacristán de Soyapango encuentra eco en la misma Comisión Investigadora cuando dice, en la recomendación tercera: "Que se inicie inmediato proceso contra la persona responsable de la detención y desaparecimiento del Sacristán Tomás Flores García, quien el día 16 de octubre de este año fue capturado por la Policía de Hacienda en la ciudad de Soyapango y aún no ha aparecido. Y de acuerdo a la prueba recogida podemos sentar la presunción grave de su muerte en el recinto de ese cuerpo. Esta prueba queda a disposición del Tribunal que instruya el proceso respectivo". Tenemos, pues, una luz muy clara de lo que hemos estado clamando. Sabemos -por prueba de la misma Comisión Investigadora- de dónde desapareció el sacristán de Soyapango.
Nos ha alegrado también la recomendación quinta: "Que se indemnice a los parientes de los desaparecidos políticos cuya muerte se presume o compruebe en la cuantía en que se restablezca como resultado de un estudio socio-económico que se haga al respecto". Por su parte creo que la Junta ha tomado cartas en el asunto y está para cumplir estas recomendaciones. Ojalá con toda eficacia.
Quiero agradecer la respuesta que la misma Comisión Investigadora me envió en atenta carta del 3 de diciembre a mi reclamo o sugerencia de la homilía de hace 15 días. En la que me explican cual es el objetivo de la Comisión y como lo que yo pedí en la homilía de hecho ya estaba en las recomendaciones que ellos han hecho a la Junta. ¡Muchas gracias por esa atención y por esa clarificación!
Hay un temor en todo esto y es: que los pasos que se van dando nos parecen pasos muy pequeños y a un ritmo demasiado lento. Urge que se agilicen los trámites para que en un plazo relativamente breve veamos frutos concretos en la solución de estos problemas tan sentidos por el pueblo. Yo creo que se están maneando mucho en los legalismos y legalidades. ¿Por qué antes no se hablaba de tanto respeto a la Constitución? Se pisoteó la Constitución como se quiso y ahora que se trata de restablecer, precisamente, el respeto a los derechos humanos no deben de ser las leyes las que estorben a este proceso de la dignidad del hombre. Yo quiero recordar aquí la gran frase de Jesucristo cuando hablaba del sábado: "No es el hombre para la ley, sino la ley para el hombre". Y ojalá que un gobierno de hecho, de pasos de hecho. Y no se deje enredar en tantos legalismos para volver pronto la paz al país.
Otro enfoque de la historia de la salvación a la historia de nuestro pueblo: los secuestros. Esta semana fue secuestrado por segunda vez el Sr. Adolfo Mc Entee. Tampoco ha sido liberado el embajador de Sudáfrica por el cual también ofrecí mis servicios, ni los Sres. Jaime Batlle y Jaime Hill. Nuevamente hago un pedido encarecido a los captores para que respeten la dignidad y la libertad de estos hermanos nuestros.
En este capítulo de los secuestros también lamento el atropello al niño Fidel Angel Argueta Morales de 13 años, por cuyo rescate se pedían ¢250.000 a una familia cuyas condiciones económicas no permiten tan elevada suma. Gracias a Dios el caso ya se resolvió positivamente. Pero quiero detenerme a comentar para felicitar a la familia de Fidel por haberlo recuperado; y por la unidad, valentía y espíritu cristiano con que afrontaron el problema. Quiero felicitar también a sus vecinos, sus amistades, a los medios de comunicación, a los Boy Scouts, etc., por la forma espontánea y generosa con la que colaboraron con la familia para que pudiera recuperar al niño secuestrado. La misma familia de Fidel me ha pedido que agradezca a todos los que les ayudaron, invite a todos los cristianos a que reflexionen lo que supone secuestrar a un niño de 13 años y el sufrimiento que todo ésto causa. Colaboremos para evitar que se repitan estos hechos, sobre todo, cuando tienen visos de crímenes comunes.
Por eso también quiero unirme en solidaridad cristiana a la familia del niño Douglas Vladimir Fuentes quien fuera víctima en Apopa junto con un sereno. He recibido un testimonio en que aclara las tergiversaciones de "El Diario de Hoy". Y dice que el niño estaba sentado en las gradas junto con su mamá a las 8:30. El sereno llegó a cobrar, llegó un carro y de él bajaron dos sujetos y el sereno se puso entre la mamá y el niño. El niño recibió el balazo que le atravesó la cintura por el costado. Murió antes de llegar a la clínica. Se cuentan otros detalles, pero me interesa mucho de la carta esta observación: "Monseñor, no se si en este proceso morirá más gente así por no depurar rápidamente los equipos de seguridad y continuaremos viendo morir lentamente a nuestro pueblo de enfermedades sociales pues muchos militares solo tratan de salvar el feudalismo en su provecho. Opino que la Fuerza Armada debe incorporarse a la revolución del pueblo para que de veras desaparezca el aparato que todavía se siente fuerte de la represión del Estado…"
A este propósito hay unos informes confidenciales de camiones, radio patrullas, que se han visto como adquisiciones de la Fuerza Armada ¿Qué se pretende con todo esto?
Finalmente, nuestro Socorro Jurídico ha denunciado más lugares de cementerios clandestinos y ha puesto al servicio de la Comisión Investigadora varios detalles y capturas que se han revelado después ya que por miedo no se había hecho antes.
El Socorro Jurídico también ha ayudado a la solución de algunos conflictos laborales como la fábrica de LEON y lo está haciendo en HILASAL, en ARCO y en IMES.
Por último, quiero agradecer a la familia de Don. Carlos Ayala y Doña Cecilia de Ayala un donativo de un órgano para nuestra catedral. La generosidad con que de él se desprendieron me ha impresionado mucho y Dios les va a pagar este donativo.
Quiero terminar agradeciendo -las felicitaciones que me han llegado con motivo del título Doctor Honoris Causa que me va a conferir la Universidad de Lovaina el próximo 2 de febrero… Como lo he dicho en repetidas ocasiones: todos estos honores no los siento míos, ni me inspiran vanidad, sino que me dan la alegría de compartir con Vds., queridos hermanos, una línea pastoral de defensa evangélica de la dignidad humana y de los derechos del hombre. Y que es a uds., a quien se condecora con todos estos honores. Y en nombre de Ud., iré a recibirlo si Dios quiere…
Finalmente, para terminar con el pensamiento evangélico de hoy, vemos como la variedad de acontecimientos que entretejen tan enmarañadamente nuestra historia no lograr enredar la hebra de oro de la salvación de Dios que se va anunciando a los pueblos.
Lo que hemos dicho en las lecturas de hoy tan evidentemente: que Dios salva a los pueblos en su historia, es una realidad también para El Salvador. Dios está salvando a El Salvador en su historia. Tengamos mucha esperanza, vivamos nuestra Navidad no como un diciembre sin Navidad, sino como un diciembre negro pero que en su negrura deja ver la esperanza clara de un Salvador de la historia que vendrá a salvar a nuestra Patria. Así sea…
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