Migración en Centroamérica

Enviado por admin el Lun, 16/11/2020 - 20:02

CrisisClimatica La migración en Centroamérica, es un flujo permanente que no lo detiene ni la misma pandemia del COVID 19. La migración no es un fenómeno nuevo, ni nuestro. La gente humilde y sencilla lo que menos quiere es migrar, por cultura, el mayor anhelo de la gente es estar unido o cerca de la familia, son las políticas públicas y las medidas económicas del sistema capitalista discriminador, excluyente y abortivo el que obliga y expulsa a la población a que busque posibilidades de sobrevivencia fuera de sus fronteras. Ahora se le suma la alta vulnerabilidad de la zona que en esta temporada de huracanes 2020, (Amanda, Cristóbla, Eta, Theta) se ha visto seriamente dañada, los cuantiosos daños en pérdidas humanas a causa de los deslizamientos de tierras y las cuantiosas pérdidas económicas por las inundaciones, hacen de estos países, territorios propicios para las migraciones en busca de espacios con mayor seguridad climática.

La manipulación de apertura y cierre de políticas públicas favorables a la migración en los Estados Unidos, es el mecanismo engañoso que incentiva la migración. Los gobiernos locales solo son los títeres que aplican o repican estas políticas, en respuesta a demandas desde los Estados Unidos como medidas de control para estos países abusando de su supremacía hegemónica.

De aquí se desprende que estos países de la región no cuentan con soberanía propia, porque aunque sus propias constituciones la definen, todo depende de las políticas e intereses de los Estados Unidos, por lo que la ejecución de verdaderas políticas nacionales orientadas a la disminución o al cese total migratorio está directamente vinculadas a los intereses de USA.

Esto porque no es conveniente para ninguna de las partes. En el caso de los Estados Unidos no le conviene porque el país vive su desarrollo a expensas de la mano de obra barata y de la explotación de las grande masas migratorias, no importando su procedencia. Por otro lado,en el movimiento migratorio se genera el caos ideal para ejercer acciones ilícitas, esta alta movilidad humana genera el desorden suficiente y necesario para encubrir otros actos igual o peor de delictivos como el tráfico de armas, tráfico de drogas, de capitales, tráfico de órganos y la trata humana, entre otros.

Para los países locales representa un respiro en la presión social y laboral, prefieren o toleran que su población huya antes que asumir la responsabilidad de crear condiciones económicas y sociales para que la gente no se vea en la necesidad de buscar en otro país lo que en el suyo le niega. Hasta podría decirse que desde los países de origen migratorio, también es una conveniencia no solo porque evade responsabilidades, sino también porque a más migración, más divisas, más remesas de pobres dólares, en concepto de remesas familiares, que llegan al país para fortalecer las economías nacionales.

Las acciones arbitrarias e injustas por parte de los gobiernos con la población migrante, al tratarles no como seres humanos, sino como piezas de un ajedrez que nadie quiere tocar, pero que todos quieren ganar, fue la reciente pandemia del covid19. Estados Unidos haciendo eco de su inescrupulosa e irresponsable actuación, aprovechó la situación de cuarentena que algunos países de la región habían decretado como medida de prevención, para deportar y expandir en la región el COVID-19, deportando cantidad de gente, muchos de ellos infectados con el virus.  Esto sucedió no solo en Centroamérica sino en toda América Latina. Desde esta perspectiva tanto la infección de los centros de contención como la llegada de la pandemia a los países de la región no fue coincidente. La actitud irresponsable e impunica con la que actúa Estados Unidos como resultado de sus políticas de represión, opresión, discriminación, menosprecio e irrespeto a la soberanía de los países de la región es diabólica, ya que sus acciones están premeditadas para causar daño. Se le roban los recursos, se les niega tener buenas condiciones de vida en su propio país y cuando la gente busca otros horizontes, se les trata como delincuentes mientras están activos y cuando ya ha finalizado su etapa de su vida económicamente activa, se les trata como basura y se les deporta sin ninguna consideración a su país de origen o procedencia.

Ese es el trato que da, la potencia mundial, el país democrático por excelencia, a los países considerados por él mismo como su patio trasero.

Comisión Migraciones, Blanca Irma Rodríguez de Herrera

Comisión