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Hace falta crecer.... ( Adviento)
Por Daylins Rufin Pardo. Teóloga cubana.
“Hace falta crecer…”
Espera, Esperanza y Espíritu nacieron de Fe. Toda persona que conoce a Fe así lo ha dicho y aún lo afirma.
Espera es perseverante, Esperanza soñadora, y Espíritu, ¡bueno!… es así como una mezcla entre la quietud y lo inquieto, y nadie sabe todavía muy bien cómo, pero siempre se las ha arreglado para mostrarse oportunamente inquietante o aquietante, según lo necesario, dejando una sensación divina en todos. No quiere esto decir esto, sin embargo, que Espera y Esperanza cuentan cómo menos o no tan importantes cuando de Espíritu se trata. Son frutos de Fe y Amor, inseparables, indisolubles, y ¡de tan armoniosos! ha resultado siempre inconcebible no verlos y entenderlos así, juntos.
- Necesitan crecer- les dijo un día Fe - Mientras más fuerte y sano crezcan más felices harán a toda nuestra familia aquí en casa de Vida.
Espera preguntó, ¿cuánto tiempo necesitaremos?, Esperanza, aunque desconcertada y sin comprenderlo quizás muy bien, mostró una sonrisa y dijo con entusiasmo: Veo que sí, ¡podremos hacerlo! Espíritu se agitó animado en un gozoso silencio sin preguntas. De esa manera linda y misteriosa que posee, ya lo había comprendido todo.
Amor se estremeció, sabía que Fe tenía razón y sentía bien profundo que si los frutos de su unión lograban crecer de modo sano y fuerte ellos podrían ser también fortalecidos. Se lo debían a Vida ¡ella y Planeta lo necesitaba tanto! Y aunque era una tarea nada fácil, juntos habían encontrado la mejor manera de que esto sucediera. A una voz les dijeron:
- Van a necesitar para ello de un niño que va a nacer.
Espera dijo, como siempre dispuesta: ¿Cuándo llega? ¿Cuándo podremos verlo?, e inmediatamente puso en guardia a tres de sus amigos para dar con él y solícita como es les encomendó entregarle regalos que perduran más allá del tiempo. Esperanza, repleta de emoción exclamó: ¡Ya le aguardo! y sus ojos se llenaron de estrellas diminutas…dicen que fue una de esas la que de tantas ganas logró dar con el sitio donde estaba y verle primero; y Espíritu... bueno, Espíritu ya saben, ya sabemos… ¡siempre actúa del modo más extraño! dicen que llegó a él con unos pastores humildes, otros que si en un asno, que en un montoncito de heno… ¡puro Misterio!...
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