En Solidaridad con el Pueblo Mapuche

Coyhaique 11 de Enero de 2013 La Comisión Justicia y Paz del Vicariato Apostólico de Aysén quiere sumar su voz a las innumerables declaraciones que están apareciendo en estos días desde diversos sectores expresando su solidaridad con el Pueblo y Nación Mapuche. Desde nuestra mirada nos preocupa sobre todo la suerte que puedan correr las personas y comunidades vinculadas a la Causa Mapuche tras la violenta campaña mediática, política y policial que ha emprendido el gobierno de Piñera.

Los allanamientos arbitrarios de comunidades, el racismo judicial y represivo y las informaciones sesgadas y confusas sobre lo que está ocurriendo en el territorio mapuche, nos hacen sospechar que, nuevamente los intereses de los grandes capitales con sus empresas forestales, agrícolas y energéticas, pretenden aprovechar esta situación para continuar lucrando impunemente. Desde la Patagonia nos unimos a la lucha de los hermanos mapuche porque igualmente sufrimos las mismas amenazas a nuestros recursos naturales y sabemos a quiénes enfrentamos. La Buena Noticia de Jesús de Nazaret es clara y precisa: “Ustedes no pueden servir a Dios y al Dinero” y la tradición bíblica nos señala que “La tierra es de Dios” y por lo tanto no puede ser privatizada.

El carácter sagrado de la Madre Tierra nos conecta con los “hijos de la Tierra” que son los Mapuche y, fieles a esta cosmovisión y espiritualidad compartidas, manifestamos nuestra cercanía con ellos y el compromiso por luchar por su liberación. No confiamos en las supuestas “soluciones” al “conflicto” que idean desde los poderes centralistas y económicos, ni en la vía de la represión militarizada y judicializada ni tampoco en la subsidiaria y asistencialista. El futuro ha de comenzar por el conocimiento y respeto a la cultura mapuche, siguiendo por su reconocimiento como Nación y fecundará en los caminos del diálogo sosegado y de esa “Paz que brota de la Justicia”. Mientras tanto, volvemos a alertar sobre los peligros de mantener una política descalificadora, violenta y represiva que mete a todos en un “mismo saco”, criminaliza a un importante grupo de personas y viola los Derechos Humanos y de los Pueblos perpetuando la injusticia histórica con el Pueblo Mapuche.