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“LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS MIGRANTES”

Autor | Autores: 
FRAY RAÚL VERA LÓPEZ, O. P., OBISPO DE SALTILLO

Quiero agradecer profundamente la acogida de esta quincuagésima novena legislatura del Congreso de Coahuila. Gracias señores y señoras diputados, diputadas. Muchísimas gracias también a quienes hasta ahora han acompañado el camino de la migración desde aquí en Coahuila. Gracias al padre Pedro y a todo su equipo de la Casa del Migrante. Gracias a todas las personas que generosamente aquí en Coahuila sustentan nuestra Casa. Muchas gracias por su presencia y la hospitalidad que nos ofrece este Congreso.

                                                             EL FENÓMENO MIGRATORIO

DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS MISMOS MIGRANTES

Quiero darle la voz a los migrantes en esta intervención, porque la experiencia de acompañar a los migrantes es que ellos nos dan más de lo que nosotros les damos a ellos, ellos son la fuente que vitaliza nuestra conciencia, ellos nos han ayudado a ver no sólo a México, sino al mundo. La cercanía a ellos nos ayuda a identificar las transformaciones que tenemos que hacer en el mundo.

El Doctor Rodolfo García Zamora hablaba de un recorrido que se viene haciendo desde el 2006 en Foros que organiza la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el tema de la migración, que es uno de los temas principales a los que el mundo de hoy, le tiene que poner atención. Pero también en forma paralela, organizaciones sociales de migrantes en todo el mundo, han realizado Foros Sociales de Migración y Desarrollo. El último de ellos lo realizaron en Senegal, donde formularon la Carta Mundial de los Migrantes, proclamada ahí mismo el 4 de febrero del 2011. Esta carta ha recogido la palabra de las y los migrantes, expresada a lo largo de estos años en dichos Foros, por lo que quiero hablar de ella y a partir de eso formular mis reflexiones.

Así empiezan ellos y ellas su Carta: “Los migrantes son blanco de políticas injustas que, en detrimento de los derechos reconocidos universalmente a cada persona, llevan a los seres humanos a enfrenarse unos contra otros, valiéndose de estrategias discriminatorias basadas en la preferencia nacional, la pertenencia étnica, religiosa o de género”.

La xenofobia es una ira contra los migrantes. Mi primera experiencia aquí en Coahuila, al intentar ayudar el mejoramiento de una casa para migrantes que dependía de una parroquia, vimos la necesidad de llevarlos a un espacio más grande. Por lo menos fueron tres espacios de donde tuvimos que cambiarnos, porque cortaban el agua, quitaban la luz y los migrantes sentían la agresividad que había hacia ellos de parte de los vecinos. Finalmente encontramos un espacio, parte de la parroquia de San José, y ahí es donde hemos podido desarrollar el proyecto de la Casa del Migrante. Cuando esta Diócesis llegaba hasta la frontera, desarrollamos también un proyecto grande de una Casa del Migrante en Ciudad Acuña, Coahuila; dicha Casa fundada por la Diócesis de Saltillo quedó, desde finales de marzo de 2003, dentro del territorio de la Diócesis de Piedras Negras, diócesis creada en esas mismas fechas.

La xenofobia y el racismo son provocadas por las políticas discriminatorias injustas que deciden quién debe vivir y quién no. El Doctor Zamora nos decía sobre la migración de México, que la gente se va porque no puede vivir y esto pasa en Centroamérica y esto pasa con los países africanos. Estas políticas injustas que ellos denuncian en su Carta Mundial, provocan la migración, que es el Dr. García Zamora mencionaba como la ‘necesidad de migrar’. Nosotros hablamos de la migración forzada, donde salen de sus países sin nada, comprometen el poco patrimonio que tienen, venden esto, piden prestado para emprender un camino que a la hora de la hora va a resultar, o en muerte, o en fracaso para ingresar a Estados Unidos. El que puede regresar, regresa con las manos vacías y a pagar esa enorme deuda, padeciendo así un empobrecimiento más grande, así que tenemos que pensarlo dos veces antes de lanzar un ataque a un migrante o al  despreciar un migrante.

¿Quién tiene derecho a tener una vida digna? Hoy nos permitimos decidir si alguien vive o muere. Esto es más grave todavía porque autoridades mexicanas, policías mexicanas, colaboran en estas muertes; los policías entregan en manos del crimen organizado a los migrantes; los guardias privados del ferrocarril, eran los primeros torturadores de los migrantes cuando yo llegué aquí; después siguieron las Maras Salvatruchas y más tarde entró el Crimen Organizado que empezó a secuestrarlos. Ahora se paran los ferrocarriles para que suban a cobrar, cada parada suben los miembros de los grupos del Crimen Organizado a cobrar 100 dólares y al que no da, lo arrojan del tren mientras está en movimiento. Y a esta tarea les ayudan las Maras Salvatruchas.

Los 72 migrantes asesinados, más otros que se escaparon en San Fernando, Tamaulipas, pasaron retenes del ejército ¿Cómo no se iban a dar cuenta de un camión con más de 72 migrantes, si cualquier cosa la paran y detienen para supervisar si llevan migrantes? Ese es el problema para los migrantes. De la misma manera también se decide hoy quién tiene derecho a gozar de los recursos del planeta y quién no. Porque precisamente  las políticas económicas imperantes en nuestros países empobrecidos, permiten que vengan a instalarse las multinacionales, para pagar 20 veces menos de salario, que lo que pagan en sus países desarrollados, a donde se van los salarios no pagados de nuestros migrantes. Ahí van a dar; los migrantes van a arañar -trabajando el doble- lo que no les pagaron en sus países de origen, porque ahí están los corporativos de las grandes empresas; ahí van a dar los impuestos que aquí no pagan, allá van a dar. ¿Qué hacen las remesas que envían los migrantes a sus familiares que viven en sus respectivos países de origen? Devolver los impuestos que no pagaron aquí esas empresas, porque también, en los países de origen de esos migrantes, a las empresas multinacionales, además de desregular los controles fiscales para facilitarles sus ganancias,  se les perdonan los impuestos con la excusa de que vienen a generar empleos. Los migrantes verdaderamente son héroes y heroínas; nos decía el Doctor García Zamora que sobre ellos se quieren cargar las políticas de desarrollo que nuestros gobiernos no realizan. En el programa 3x1, los migrantes han aportado 24 mil millones de dólares, mientras el gobierno, dio 520 millones de pesos. Cuando que el gobierno debe ser responsable de estas políticas, porque los mexicanos pagamos impuestos.

La excusa para esta xenofobia y para este racismo pueden ser nacionalismos, pueden ser cuestiones étnicas o pueden ser cuestiones religiosas o de género. Y continúa diciendo la Carta Mundial de los Migrantes: “Estas políticas son impuestas por sistemas conservadores y hegemónicos que buscan mantener sus privilegios explotando la fuerza de trabajo física e intelectual de los migrantes, para ello utilizan las desmedidas prerrogativas que les confiere el poder arbitrario de los estados nación y del sistema mundial de dominación heredado de la colonización y deportación, un sistema a la vez caduco y obsoleto que genera crímenes contra la humanidad, razón por la cual deben abolirse”. Los migrantes son testigos de los crímenes que generan estas políticas impuestas ¿Quiénes son esto grupos, estos sistemas conservadores y hegemónicos? Son los dueños del dinero del mundo, son todos estos a favor de quienes se modifica la Ley Federal del Trabajo en México, ¿para qué se modifica la Ley Federal del Trabajo? Para que no tengan que pagar prestaciones, para que no tengan que pensar en liquidación cuando los despiden, para que no tengan que pensar en la pensión vitalicia y en la jubilación; por eso ahora en la reforma fiscal, ¡Qué preocupados estamos por el seguro del empleo! Por supuesto, si van a crear millones de desempleados con esas políticas laborales que están creando. La misma preocupación muestran por el seguro universal para los ancianos; por supuesto que vamos a tener millones de personas sin ninguna garantía cuando dejen de trabajar.

Esto es como lo que nos sintetizó uno de los moneros de un diario nacional, hace no mucho tiempo, en una caricatura que tituló: “¡Qué detallazo!” Puso a uno de los maestros apaleados en el desalojo del zócalo capitalino, con la cabeza vendada, uno de los brazos sostenido por un cabestrillo y una muleta para poder caminar, porque traía una pierna rota. Este personaje le está diciendo algo así al Presidente Peña Nieto: “Qué bueno que no le pusiste impuestos a las medicinas”.

Cuando los migrantes dicen en su Carta Mundial que: “Estos sistemas quieren mantener sus privilegios explotando la fuerza del trabajo”, están hablando del mundo del dinero, están hablando de las multinacionales. “Para ello utilizan las desmedidas prerrogativas que les confiere el poder arbitrario de los Estados-nación”. La prerrogativa de que: ‘no pagas impuestos’, la prerrogativa de que: ‘le quito las prestaciones laborales al trabajador’, la prerrogativa que: ‘te voy a permitir que des trabajo por dos meses y no tienes que dar liquidación de nada’. A estas prerrogativas se refiere la Carta de los migrantes.

Esta mentalidad xenófoba y racista, termina creando las justificaciones que abonan a la explotación del otro o de la otra. Recordemos los pretextos que utilizaron los colonizadores españoles para esclavizar a los pueblos originarios de estas tierras; tal mentalidad termina por afirmar: ‘No son seres humanos, son seres semi-racionales’. Tuvo que hablar el Papa de entonces Pablo III, por medio de la Bula “Sublimis Deus” y decir que esas personas eran seres racionales y se deberían respetan su libertad y sus derechos; tuvo que surgir un fray Bartolomé de las Casas para ir a denunciar ante la Corona a través de su pequeño libro: “Breve relación de la destrucción de las Indias”, en el que el fraile habló de cómo los colonizadores españoles exterminaban a miles de personas, poniéndolas a trabajar de sol a sol, o por medio de la masacre de pueblos enteros, para intimidar a los demás habitantes. Esto lo tuvo que decir él ante el Rey de España. Esa mentalidad es la misma que el día de hoy sirve para echar fuera a la gente de cualquier posibilidad de vida. Está bien justificada, y está bien articulada en la mente de quienes hacen eso y le dicen al obrero: “Te vas de aquí porque no eres productivo”. La productividad hoy sustituye a la persona humana, que era el centro de la Ley Federal del Trabajo a partir de 1917. Hoy no, hoy es el ídolo de la ganancia el que ocupa el centro de la Ley Federal del Trabajo modificada recientemente, pero se le menciona con el eufemístico nombre de “productividad”, no “ganancia”, para que no se note.

Tal mentalidad termina en la eliminación y en el exterminio, también el día de hoy, a esto obedece tanta impunidad. ¿Con qué tranquilidad de conciencia vemos el exterminio de seres humanos que se está realizando ante nuestro ojos hoy, en la persona de los migrantes? Sí, hacen muy bien las personas migrantes, -porque son ellas y ellos quienes están hablando en esta Carta Mundial- cuando hablan de una mentalidad colonialista que eliminó a los habitantes de estas tierras. No se olviden que a los pueblos originarios de Coahuila fueron desaparecidos; en el Museo del Desierto lo leí en uno de los textos explicativos de la historia de esta región. Se les eliminó, y a los que quedaron vivos, se les deportó a las Islas Bahamas. Por eso la Carta Mundial de los Migrantes habla de la mentalidad colonialista que prevalece en los grupos conservadores y hegemónicos, que imponen los modelos socio-económicos y socio-políticos el día de hoy,  porque, por un lado, durante la colonización de Latinoamérica, se eliminó a los habitantes de estas tierras de Coahuila y, por otro, deportaron a aquellos con los que no pudieron acabar; como también deportaban de sus tierras originarias a los esclavos africanos, para que sustituyeran a los pobladores indígenas de América a quienes estaban exterminando. En estos momentos México, ante los países extranjeros, se distingue porque aquí hay una matanza de migrantes.

“Las políticas de seguridad implementadas por los Estados-nación”, siguen diciendo los migrantes en su carta, “hacen creer que las migraciones son un problema y una amenaza cuando constituyen desde siempre un hecho histórico natural, complejo desde luego, pero que lejos de ser una calamidad para los países de residencia, constituyen un aporte económico, social y cultural inestimable”.

Las políticas migratorias mexicanas sufren la contaminación del tono subido con el que desde la perspectiva de seguridad nacional, se maneja este terreno de la migración en nuestro vecino país del norte, de modo especial, a partir de la caída de las torres de Nueva York. Curiosamente cuando se endurecen las políticas migratorias en Estados Unidos, también aquí se endurecen las políticas migratorias, también aquí, se empieza a convertir México en el cementerio de los migrantes.

Nosotros estamos contaminados por esa manera de ver la migración desde la mentalidad de la seguridad nacional, pero no porque estemos buscando nuestra propia seguridad, sino porque estamos ayudando a proteger la seguridad de allá arriba; éste sí es un verdadero problema, haber convertido la migración en un problema de seguridad nacional. La migración misma como lo afirman los migrantes, no es ninguna amenaza, no es ninguna calamidad, sino que constituye un aporte económico, social y cultural. El problema somos nosotros con nuestra mentalidad, nosotros sí tenemos un problema, porque nosotros estamos permitiendo que se causen muertes, que se haga una especie de guerra de baja intensidad.

Los guardias privados del ferrocarril, los Maras Salvatruchas, y el crimen organizado, son una especie de paramilitares, que formarían parte de esta estrategia de guerra de baja intensidad contra personas insurrectas; porque para le capital internacional, quien sale de su tierra para no seguir recibiendo sueldos de hambre, son insurgentes. Este trato que se da a los migrantes, viene de personas que a través de su crueldad les dicen: ‘¿Cómo que no me vas a regalar tu trabajo para que yo gane mucho dinero allá en el Salvador, allá en Nicaragua, ahí en México? ¿Cómo que te me largas para allá? ¿Cómo que quieres treparte allá, donde hay otros que tienen derecho a ganar bien, veinte veces más que los que te dan a ti?’. Hay una mentalidad de estrategia contrainsurgente, contra estos pequeños llenos de dignidad, y llenos de fuerza por el bien de ellos y ellas y el de sus respectivas familias.

¿Cuáles son las consecuencia de esta perspectiva de seguridad nacional con la que se diseñan las políticas públicas en torno a la migración? La Carta que estamos comentando lo denuncia: “Los migrantes se ven privados en todas partes del pleno ejercicio de su derecho a la libertad de circulación e instalación en nuestro planeta. Se ven además privados de su derecho a la paz, así como de sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, garantizados sin embargo, por diferentes convenciones internacionales”.

                                     BREVE REVISIÓN DE LOS APORTES QUE OFRECEN

LAS OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES GENERALES INTERNACIONALES

PARA LA PROTECCIÓN DE LAS PERSONAS MIGRANTES

El diputado Edmundo Gómez, Presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de este Congreso, hablaba de los instrumentos internacionales en los que se establecen los derechos de los migrantes. Voy a citar algunos de ellos, sobre todo voy a hablar de las Observaciones Generales adoptadas tanto por el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales, como por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y el Comité de los Derechos de las Niñas y los Niños. Todas estas Observaciones hacen referencia respectivamente al Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, a la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, a la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y a la Convención sobre los Derechos de las Niñas y Niños. La ONU tiene Comités que desmenuzan y hacen comprensible cómo se deben aplicar los derechos a los que se refieren los Pactos y las Convenciones internacionales.

Cito en primer lugar la Observación al Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, No. 13, que se refiere al derecho a la educación, del que dice: “En el contexto de las disposiciones relativas a la no discriminación y la igualdad, consiste en programas encaminados a promover la enseñanza destinada a las mujeres, las niñas, los jóvenes no escolarizados, los jóvenes sin empleo, los hijos de trabajadores migrantes, los refugiados, las personas con discapacidad y otros grupos desfavorecidos”. Es decir, todas las leyes internacionales siempre parten de los más desfavorecidos, siempre parten de las víctimas. Aquí hago un comentario. En el diseño de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que es la que da origen a todos estos Pactos y Convenciones Internacionales, estaban personas cristianas, entre ellas Doña Eleonor Roosevelt, cristiana anglicana, y otras dos personas más que ayudaban, una de ellas, en la logística para unificar criterios ante distintas mentalidades y religiones del mundo. Se trataba de un cristiano católico, filósofo, experto en filosofía política que fungía como asesor del equipo que construía la Declaración, cuyo nombre es Jacques Maritain. La otra persona fue Raïssa Oumansoff Maritain, poeta y filósofa. Es por ello que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en los instrumentos que se derivan, se refleja el Evangelio, Jesús empezó por los últimos; el mundo no puede arreglarse mientras sólo tengamos en el escaparate a los más favorecidos, porque siempre los últimos van a quedar ahí. De la misma manera en que los últimos en sus respectivos países, que salen de ahí impelidos por la migración forzada, son los últimos aquí en México. Van pasando allá escondidos, van sobre los techos de los trenes, mezclados con los objetos del mercado que esos trenes transportan. Así viajan los migrantes por nuestro país.

La Observación No. 14 al Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales, que se refiere al derecho al disfrute del más alto nivel de salud (Art. 12), dice: “En particular los estados tienen la obligación de respetar el derecho a la salud, en particular, absteniéndose de denegar o limitar el acceso igual de todas la personas, incluidos los presos, o detenidos, los ilegales, los representantes de las minorías, los solicitantes de asilo o los inmigrantes ilegales a los servicios de salud preventivos, curativos y paliativos”. El Pacto, según lo interpreta esta Observación, está haciendo ver que, siempre entre los más desfavorecidos y los más expuestos, están las personas migrantes.

Abordo ahora la Observación No. 31 de este mismo Pacto Internacional, que se refiere la índole de la obligación jurídica nacional impuesta a los Estados Partes en el Pacto, la cual dice: “Los Estados Partes están obligados por el párrafo 1 del artículo 2, a respetar y garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio, y a todas las personas sometidas a su jurisdicción, como se indica en la observación general No.15 aprobada en el vigésimo séptimo periodo de sesiones en 1986”, que dice, “el disfrute de los derechos del Pacto que no se restringe a los ciudadanos de los Estados Partes, sino que debe también extenderse a todos los individuos, independientemente de su nacionalidad o de su situación apátrida como las personas en búsqueda de asilo, los refugiados, los trabajadores migrantes y otras personas que pueden encontrarse en el territorio o están sometidos a la jurisdicción del Estado Parte”. De aquí se desprende que a cualquier persona que esté en nuestro territorio, tenemos la obligación de respetarle su acceso a los derechos que le concede este Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales; todos deben ser respetados, no hay nada que nos permita tratar tan mal, como lo estamos haciendo, a los migrantes.

Paso ahora a tratar lo que se refiere a las Recomendaciones Generales adoptadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, que se refieren a la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Antes de referirme a una de las Recomendaciones que hace referencia a la migración, quiero recordar que se acaba de firmar en el estado de Coahuila, el compromiso con la CONAPRED, (Comisión Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación), para implementar la no discriminación en el estado. Específicamente quiero referirme a la Recomendación 27 del Comité que hace relación a los inmigrantes romaníes y pide: “Adoptar todas las medidas necesarias para evitar toda forma de discriminación de los inmigrantes o solicitantes de asilo de origen romaní”. Esta recomendación da origen a una jurisprudencia en el campo de la defensa de los derechos de las y los migrantes, sea cual sea su nacionalidad, en orden a evitar cualquier clase de discriminación contra ellas y ellos.

En cuanto a las Recomendaciones Generales adoptadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, refiriéndose a la Convención sobre la Eliminación de la todas las formas de Discriminación contra la Mujer, en la número 21, que habla sobre la igualdad en el matrimonio y en las relaciones familiares, el Comité señala: “A las mujeres migrantes que viven y trabajan temporalmente en otro país, deberán otorgárseles los mismos derechos que a los hombres, de reunirse con sus cónyuges, compañeros o hijos”.

La Recomendación No. 24, que se refiere a la mujer y la salud, derecho integrado en el artículo 12 de la Convención antes citada pide: “Si bien las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, pueden causar diferencias en el estado de salud, hay factores sociales que determinan el estado de salud de las mujeres y los hombres, y que pueden variar entre las propias mujeres. Por ello debe prestarse especial atención a las necesidades y los derechos en materia de salud de las mujeres pertenecientes a grupos vulnerables y desfavorecidos como los de las emigrantes, las refugiadas y las desplazadas internas, las niñas y las ancianas, las mujeres que trabajan en la prostitución, las mujeres autóctonas, y las mujeres con discapacidad física o mental”. Aquí está otro ejemplo de cómo nosotros tenemos que entender que el Derecho Internacional parte de los pequeños y desprotegidos, y entre ellos, sobresalen las migrantes.

Ahora en forma muy breve, paso a las Observaciones Generales adoptadas por el Comité de los Derechos de las Niñas y los Niños, que tiene como referencia los derechos de la Infancia. Quiero referirme a la Observación No.4 donde habla de la salud y el desarrollo de los adolescentes, en el contexto de la Convención sobre los Derechos de los Niños: “Es necesaria la recopilación sistemática de datos para que los estados parte pueden supervisar la salud y el desarrollo de los adolescentes… También se debería recoger datos y estudiar grupos específicos, como son las minorías étnicas y/o indígenas, los adolescentes migrantes o refugiados, los adolescentes impedidos y los adolescentes trabajadores”.

 

LOS MIGRANTES COMO SUJETOS INDISPENSABLES

EN LA CONSTRUCCIÓN DEL MUNDO ACTUAL

Tras este breve recorrido sobre algunas de las Observaciones y Recomendaciones sobre los derechos de la población migrante en el Derechos Internacional, vuelvo a comentar el texto de la Carta Mundial de los Migrantes. Esta Carta refiere con claridad la conciencia que los migrantes del mundo tienen de los derechos ya reconocidos a ellos en las leyes internacionales, y por ello afirman: “Sólo una gran alianza de los migrantes podrá promover el surgimiento de nuevos derechos para toda persona por su nacimiento sin distinción de origen, color, sexo o credo, para ello esta alianza de migrantes deberá articularse en torno a principios éticos que les permitan contribuir a la construcción de nuevas políticas económicas y sociales, así como a la elaboración de una nueva concepción de la territorialidad y del sistema de gobernanza mundial, actualmente vigente y de sus fundamentos económicos e ideológicos”.

“Es por eso que nosotros, migrantes del mundo entero, a partir de las propuestas que hemos recibido del 2006 y tras una amplia discusión a nivel planetario, adoptamos la presente Carta Mundial de los Migrantes. Nuestro objetivo es hacer valer a partir de las situaciones que viven los migrantes en el mundo, el derecho para todos de circular e instalarse libremente en nuestro planeta y contribuir a la construcción de un mundo sin fronteras”.

Esto es extraordinario, a través de los migrantes nosotros vemos todos los huecos, todas las carencias, todo lo absurdo que tiene la organización del mundo de hoy, no solamente ellos saben que tienen que arreglar su vida, sino que saben que tienen que arreglar la vida de este mundo; conocen que este mundo se tiene que construir en bases éticas, reconocen que debe ser enfrentado el sistema económico mundial que les expulsa a ellos, porque no les permite vivir; hay que darnos cuenta de las causas de la migración forzada. Una de las actividades de la Casa del Migrante  de Saltillo, es la incidencia en nuestro país y fuera de nuestro país, para que las políticas públicas cambien o se modifiquen.

Ésta es una decisión histórica, los migrantes se erigen en sujetos para promover una nueva organización del mundo, que conduzca a revisar el modelo económico y social, el sistema de gobernanza y generar un nuevo concepto de la territorialidad. El problema de nuestro país es estructural, estas reformas a las leyes, las que se están proponiendo y las que se están aprobando, con las que no estamos de acuerdo muchos ciudadanos en México, lo que reflejan es un modo de gobernanza, porque se esta gobernando para favorecer a un cuadrito pequeño de la población de México. Es el modo en que están gobernando del que emanan unas políticas públicas que no contribuyen al desarrollo de este país, ni contribuyen a la equidad; esto es lo que tenemos que revisar, por eso estamos en esta Cámara, yo lo creo y así lo revela la Carta Mundial de los Migrantes, cuyo párrafo  conclusivo leo ahora: “Nosotros, los migrantes, nos comprometemos a respetar y promover los valores y principios expresados anteriormente”, ellos hablan de todos los derechos que no sólo tienen ellos, sino toda persona humana, y quieren: “contribuir así a la eliminación de todo sistema de explotación segregacionista y al advenimiento de un mundo plural, responsable y solidario”. Nosotros tenemos que entender lo que dicen ellos y ellas y se los pido también a ustedes miembros de este Congreso.

Estamos viviendo un tiempo especial, este movimiento de migrantes está buscando, no sólo para ellos, sino para toda la población mundial, un mundo de paz, lo que significa hablar de un mundo justo, y éste debe ser un mundo donde haya respeto para cada persona, donde haya respeto para cada pueblo, donde haya respeto para cada grupo, y de país a país. Creo que es un momento muy importante en el que ustedes pueden marcarle un camino a este país con una propuesta de ley migratoria, que incluya la salvaguarda de los derechos, la salvaguarda de la vida de estas mujeres y estos hombres que migran y que pasan junto a nosotros y frente a nosotros.

Quienes trabajamos con los migrantes, estamos hablando de una visa transmigrante, pero eso implica muchas cosas, implica que construyamos una región donde se respeten los derechos humanos, los derechos laborales. El problema que tenemos es que el país más desarrollado de esta región del mundo donde estamos, es el que impone las reglas y las impone a su favor, y es el que sale ganando, porque tiene a todas las multinacionales que le depositan allá los salarios y los impuestos no pagados en los países que expulsan migrantes. Tenemos que tener claro, debemos dar un paso para obligarlos a cambiar sus políticas migratorias. Sé que no les va a gustar que nosotros estemos protegiendo a las y los migrantes, y que no queramos ser parte de su cerco de seguridad nacional. Nos dijeron que después de 20 años de iniciado el Tratado de Libre Comercio con ellos, íbamos a ser el primer socio de Estados Unidos, y el primer socio al paso de ese plazo de tiempo, lo es China. Y nosotros hemos ido para atrás.

Estos hermanos migrantes ven a todo el mundo, por eso ojalá que ustedes señoras y señores miembros de este Congreso, capten el momento tan extraordinario para poder lanzar al mundo una luz que marque un futuro promisorio a las aportaciones tan positivas que los migrantes quieren dar a la vida del planeta.

En este estado de Coahuila nació un espíritu reformador trascendente para el país al comienzo del siglo pasado, pero la ambición de dinero y de poder, está echando para atrás todo lo que quienes nos antecedieron han construido. Y pongo de manera especial como ejemplo, la Reforma que hicieron a la Ley Agraria, al comienzo de la última década del siglo pasado, y a la Reforma que se acaba de aprobar hace unos meses, de la Ley Federal del Trabajo. Es tiempo que desde la migración, desde esta población vulnerable, nosotros encontremos la manera de articular este país con políticas públicas que enfrenten el tema de la migración desde la visión del desarrollo y los derechos humanos, pues éste será el punto de partida para entender de manera correcta, las verdaderas reformas que le darán a este país, justicia, paz.

Muchísimas gracias.

CONGRESO DEL ESTADO DE COAHUILA DE ZARAGOZA

MARTES 5 DE NOVIEMBRE DEL 2014

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