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Día internacional de lucha contra la violencia hacia la mujer
El 25 de noviembre fue declarado día internacional de la no violencia contra la mujer en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia, en julio de 1981. En 1999, la ONU dio carácter oficial a esa fecha.
Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana.
En Panamá, según críticas oficiales en los últimos cinco años han muerto de manera violenta cerca de 300 mujeres, se reportan más de 1740 denuncias por violencia doméstica, se registran en lo que va del año un total de 28 feminicidios, lo que pone en evidencia que las propuestas institucionales no han sido efectivas, en muchos casos son mediáticas. En la política pública este tema no constituye prioridad, por ejemplo la Ley 28 de 2013 sobre feminicidio aún no ha sido reglamentada.
Las mujeres son violentadas también en el plano institucional (violencia practicada por las instituciones del Estado, sus órganos y agentes), al ser consideradas de manera discriminatoria en las políticas públicas, violencia que no es tratada.
En Panamá la violencia institucionalizada se deja sentir si analizamos los indicadores socio-económicos:
· El 6.2% de las mujeres y el 17.8% de las jóvenes están desocupadas, cifra superior al promedio nacional; el 39% de las mujeres ocupadas están en informalidad laboral;
· La mediana salarial es de B/.585 (dólares) mensuales, inferior al promedio nacional y al costo de la canasta básica de alimentos (B/.225 en la región 1 y B/.200 en la región 2);
· La mujer destina el 72% de su tiempo a actividades domésticas, lo que pone en evidencia la doble jornada que enfrenta la misma (laboral y doméstica);
· El 8.2% es analfabeta y en el área rural el 17%; el 62% de las mujeres Ngäbe (indígenas), el 69.4% de las Kunas (indígenas) y el 58% de las Emberá (indígenas) se encuentran sin ningún grado aprobado;
· Solo el 27% de los títulos de tierra han sido otorgados a mujeres.
· La pobreza femenina alcanza el 47.3% de la población pobre.
Ante ello, es necesario redoblar esfuerzos contra el flagelo de la violencia intrafamiliar e institucional, lo que implica reconocer que vivimos en una sociedad de discriminación, explotación y exclusión, donde la mujer es marginada y violentada.
“La lucha de la mujer por su liberación no puede darse (como lo ha pretendido el falso feminismo institucionalizado por el capitalismo) separada de lo que mantienen los hombres contra un sistema donde ambos son explotados. En la participación unida y combatiente contra el sistema es donde la mujer, sin soslayar sus demandas particulares, puede liberarse” (Diana Morán, poetisa panameña)
Maribel Gordón
Panama, 25 de noviembre de 2015.
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