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Reflexionando la realidad a la luz de Monseñor Romero - 14
Reflexionando nuestra realidad a la luz del mensaje de Monseñor Romero. Mis publicaciones en facebook durante esta semana. Consulten primero a Monseñor, hagan su reflexion sobre su realidad y compartamos nuestras reflexiones.
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En complemento a la cita sobre las organizaciones populares Monseñor Romero habla también de la idolatría de la organización. Lo desarrolla en una de sus cartas pastorales. Aunque está comprometido con el apoyo al pueblo en su justa lucha, quiere mantener su autonomía para denunciar la idolatría de la organización. Podemos completar hablando de la divinización de los líderes políticos, del verticalismo que se impone sobre el pueblo cuando “el partido ha hablado”. Monseñor quiere despertar al pueblo diciendo que en la organización popular las fuerzas organizadas “disminuyen las fuerzas cuando son fanáticas y no quieren más que su propia voz”. Cómo se observa la rueda de caballitos entre los políticos tradicionales: se van de un puesto para otro, y con salarios apetitosos,… La democracia partidaria funciona de manera formal, pero muchas veces el contenido desaparece. Monseñor pide a las y los laicos que son miembros, colaboradores, militantes, dirigentes de partidos que no sean idólatras de su partido y su dirigencia, que sean fermento y sal de criticidad, que sean capaces de denunciar también al interior del partido los abusos de poder y de dinero, de beneficios y lujos.
Para aclararlo dice: “La palabra del arzobispo, pues, no es una oposición sistemática a las organizaciones”. No se trata – hoy – de una oposición a las organizaciones políticas del pueblo, sino de una llamada fuerte de atención de no adorar a los ídolos de la organización (política).
Recordando una Palabra del P. Ellacuría : “Monseñor Romero nunca se cansó de repetir que los procesos políticos, por muy puro e idealista que sean, no bastan para traer a los hombres la liberación integral. Ni el hombre, ni la historia se bastan a sí mismos. En casi todas sus homilías salía este tema: la Palabra de Dios, la acción de Dios irrumpiendo los límites de lo humano”.
287. Reforma Agraria
Eran tiempos de Reforma Agraria como plan de junta de Gobierno y al fin y al cabo una estrategia para detener el clamor campesino. Monseñor Romero aclara varios aspectos.
Una reforma agraria es un derecho del pueblo y es una obligación del gobierno de realizarla. La R.A. no debe ser presentado como un regalo del gobierno para ganar la simpatía de la población campesina. La R.A. es “una conquista que el pueblo ha merecido con su sangre derramada”. Luego Monseñor Romero denuncia abusos con la RA. No puede darse con la intención de encontrar una salida al modelo económico capitalista, facilitando nuevos procesos de acumulación y concentración de riquezas. No debe darse para volver a adormecer a la población campesina impidiendo su participación en la organización del pueblo. No puede hacer a los campesinos dependientes del estado. Continuando con la exigencia que la R.A. sea integral: no solo entregar tierras, también recursos sociales: salud, educación, electricidad, agua,…
Monseñor Romero había entendido muy bien que la R.A. de la junta de gobierno era una maniobra para evitar que las y los trabajadores agrícolas se unieran a la lucha popular. Ellos nunca habían pedido tierra. Esta exigencia la hacían campesinos sin tierra. Les dieron tierra a los colonos que no estaban preparados para asumir responsablemente la conducción de su empresa cooperativa. Personal del ISTA se aprovechó de la situación e indujo a corrupción y a divisionismo. Y no se tardaron mucho para endeudar las cooperativas y para promover la parcelación. Los que cayeron en esa trabaja se emborracharon por ser propietarios de una parcelita y muchos la vendieron… quedándose de nuevo como campesinos sin tierra. Pocas cooperativas de la R.A. sobrevivieron consolidando un proceso participativo. Ha sido sobre todo la concienciación, la formación de las y los socios que ha ayudado a vencer los problemas: endeudamiento, falta de recursos, divisionismo (entre otros por la implantación de iglesias evangélicas en las cooperativas), falta de acompañamiento organizativo, falta de visión de desarrollo, falta de espíritu de lucha y compromiso en el trabajo,….
288. Llamado a la oligarquía
Como que el actual arzobispo de San Salvador se ha acordado de las palabras de Mons. Romero al dirigirse a los sectores económicamente poderosos: “Me interesa invitarlos a que caigan en la cuenta de la responsabilidad tan grande que tienen en estos momentos, de colaborar a que la crisis económica, política y social del país, sea superada sin acudir a la violencia.” ..”No es así como se defiende un bienestar” (haciendo referencia a rumores que la derecha estará ingresando armas al país para pagar mercenarios).
Aunque aceptaron por fin el gane del ejecutivo por parte del frente, en realidad se han convertido en el poder económico y político que se impone al gobierno. El robo al estado, las estafas millonarias, la corrupción generalizada, el enriquecimiento millonaria durante los gobiernos de ARENA ha provocado un estado muy débil, que considera que debe invertir mucho en la represión del llamado terrorismo de las pandillas. Aparentemente la estrategia de ARENA hoy, se parece a lo que Mons. Romero denunció hace tantos años: profundizar la crisis económica, política y social del país. Probablemente con objetivos electorales (ya para 2018 y 2019) se quiere desgastar al gobierno, ponerlo de rodillas y obligarlo a actuar según los planteamientos ideológicos de la derecha en el marco de capitalismo neoliberal. Así no se resuelve los problemas del país y del pueblo.
Otro aspecto a reflexionar es el uso de mercenarios. Podemos hablar de grupos de exterminio, los antiguos escuadrones de la muerte. Los responsables de esos instrumentos de muerte aún viven y probablemente hayan transferido su mente enferma a sus hijos/as. La procuraduría de los DDHH ya ha denunciado algunos casos de masacres. La actual procuradora no parece estar muy interesada en investigar esos aspectos. Los medios de comunicación hablan del “fallecimiento” de pandilleros en cruce de balas con la policía o el ejército. La manera como la PNC actúa, por ejemplo con tanta violencia, cuando hacen controles o invaden viviendas, hace dudar de la justicia. En un estado de derecho (lo que se pretende dejar ver) la autoridad no puede ser igual o más violenta y agresiva que los delincuentes.
289. Allí no está Dios
Es un extracto de la homilía durante la misa de la noche de navidad en 1979. En primer lugar Monseñor nos dice donde no hay que ir a buscar a Dios (a Dios encarnado en la historia humana, en ese niño recién nacido): no “entre las opulencias del mundo, ni entre las idolatrías de la riqueza, ni entre los afanes del poder, ni entre las intrigas de los grandes”.
Cuando escribo esto – finales de octubre – los almacenes de los ricos ya están surtidos de todo lo que la sociedad de consumo se ha inventado para que haya “navidad” en las casas, trabajos, en los bancos, en los centros comerciales, ministerios,…. Dios no está ahí. Cuando de repente se ve (por casualidad, por los medios, en algún escándalo) algo de la opulencia de la vida de la clase alta, de los ricos del país, Monseñor nos dice con claridad: Dios no está ahí. Repite que la riqueza se ha convertido en ídolo y la búsqueda de la riqueza es una idolatría, una adoración al dios dinero. Dios no está ahí. Ni entre los afanes del poder. Hoy observamos como el poder económico y político en y detrás de ARENA está imponiéndose para deshacer los proyectos sociales, para amarrar al gobierno para avanzar hacia una sociedad más justa. Dios no está ahí con el poder. Las intrigas de los grandes. Están los grandes del espectáculo, del deporte, de la política, hasta de las iglesias,….. Dios no está ahí!! Pero tampoco en las imágenes bonitas de nuestros pesebres, Ahí no está Dios.
Para encontrarse con el Dios que se hizo carne, humano en Jesús habrá que ir en la búsqueda en los niños/as pobres. Monseñor Romero menciona unos ejemplos bien claros: los niños/as desnutridos que se acuestan también la “noche buena” sin poder comer; entre los niños/as vendedores/as de periódicos que duermen en los portales; entre los niños lustradores; entre aquellos niños/as que no han “ganado” suficiente, ni para dar a su mamá, o que esta misma noche son regañados por su padrastro o de su madrastra. En esta “triste historia” de nuestros niños/as, ahí si podemos encontrar hoy a Jesús. Son estas situaciones de profundas injusticias, en esta inhumanidad, deshumanidad, que Dios ha escogido para entrar “humanamente” en nuestra historia, Ahí está Dios, también hoy,
290-a. No hay redención sin cruz
Monseñor inicia con una autocrítica muy fuerte a los responsables de la enseñanza en la Iglesia cuando han dicho y repetido a las y los pobres: “Es voluntad de Dios que tú seas pobre, marginado y no tienes más esperanza”. Y cuántas veces aún hoy observamos y vemos como predicadores de todo tipo proclaman que las y los pobres deben aguantar, que Dios lo quiso así, que Dios sabe lo que hace, dejar todo en las manos de Dios, etc. Cuando los grandes de la economía (empresarios, patronos,..) hablan de la economía es evidente que consideran a las y los pobres o bien como mano de obra muy barata (defendiendo por ejemplo salarios mínimos ridículos) o bien como sobrantes descartables. Han construido sistemas y estructuras que favorecen de manera acelerada el crecimiento de la riqueza de pocos que está asociada al empobrecimiento de la mayoría. Y en vista de que “la religión nos consuela” (tan orgullosamente cantado en la oración a la bandera salvadoreña), se utiliza el lenguaje religioso para cubrir todo, para callar a todos y todas, jugando con el hambre del pueblo.
Monseñor está claro: “Dios no quiere esa injusticia social”. Ese pecado de la pobreza es pecado de los opresores, de los explotadores. La violencia más grande en el país está en “ellos que privan de felicidad a tanto ser humano y que están matando de hambre a tantos desnutridos”. Dios reclama justicia.
290-b. No hay redención sin cruz
En la misma homilía de Navidad de 1979 Monseñor Romero recuerda que Dios reclama justicia. Dios le dice a las y los pobres que como Cristo el oprimido cargando con su cruz: salvarán al mundo si le dan a su dolor no un conformismo que Dios no quiere, sino una inquietud de salvación. Esto sucederá si desde la pobreza se espera tiempos mejores, transformando la vida en oración y “acuerpando todo aquello que trata de liberar al pueblo de esa situación”.
Cargar hoy la cruz de Cristo nos exige ser testigos y profetas de esperanza. Será una fuerza que puede vencer el miedo, la apatía y el desinterés. Para ser esos testigos y profetas Monseñor nos pide con insistencia que nuestra vida sea oración, es decir alimentada desde la Palabra del Dios de Jesús. El otro lado de la misma exigencia es incorporarnos, “acuerpar” dice Monseñor, en espacios de lucha por la liberación del pueblo de esas situaciones y estructuras de pecado, de miseria, de explotación, de exclusión.
De esta manera la cruz que cargamos significará salvación, redención para nuestro pueblo y para nosotros/as mismos/as. El profeta Miqueas hizo en su tiempo una bonita síntesis de lo que debemos hacer para poder dar testimonio de la salvación: Practicar la justicia, actuar con misericordia, andar humildemente con Dios. Tres dimensiones que no pueden separarse. Ninguna pueda olvidarse.
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