Se encuentra usted aquí
Leyendo la realidad de hoy a la luz de la Palabra de Monseñor Romero- 23
345. Que Cristo esté en medio de nuestro proceso popular
“Procuremos, hermanos, que Cristo esté en medio de nuestro proceso popular. …. Qué el escándalo de la cruz y del dolor no nos haga huir de Cristo, borrar el sufrimiento, sino abrazarlo”.
Solamente abrazando el sufrimiento, o más bien dicho a las personas sufrientes, podemos acercarnos a Cristo. No pocas veces huimos del escándalo de la cruz de Jesús y de millones de personas de hoy. Las tradiciones religioso – populares conservan algunos aspectos de la cruz, pero a la vez esconden la dura realidad. Hace unos años visité la “exposición” de los “niños” (muñequitos bien arregladitos) el 28 de diciembre en Antiguo Cuscatlán. Nada que ver con la narración de fe acerca del asesinato de niños en Belén con el objetivo de eliminar al recién nacido, y aún menos que ver con los niños/as asesinados en La Quesera, el Sumpul y el Mozote….
Abrazar el sufrimiento se concretiza en acciones muy concretas solidarias con familias más pobres, más sufrientes, con cruces más pesadas que las nuestras. Solamente ahí podremos decir que creemos en Jesús, hijo de Dios y celebrar con esperanza su humanización, su encarnación en esta historia humana.
346. El pecado es muerte
“Los liberadores de El Salvador tienen que comenzar por ahí: cómo arrancar el pecado de nuestro suelo”. Anteriormente Monseñor aclaró que el pecado es muerte y que donde quiera que hay muerte, hay pecado. Hoy da la impresión que el proyecto de represión pretende más bien eliminar a los mareros (los pecadores) en vez de arrancar el pecado. Ayer oí la expresión que se actúa con “mano bruta” (no solamente la mano dura, super mano dura,..), como nombre que desvela lo que la policía y el ejército están haciendo. Cada muerte (también los llamados “fallecidos en enfrentamientos con la policía”) es pecado mortal. Los medios de comunicación, los noticieros (en manos de la derecha) solo los mencionan como que se trata de una basura….
¿Qué es pecado? Podría ser una pregunta que cada joven que se va a confirmar debería poder contestar con claridad. Pecado es todo lo que provoca la muerte. Cada muerte (violenta, rápida en asesinatos o lenta en la explotación económica con salarios infrahumanos) es pecado. Y no actuar para evitar esas muertes es “pecado de omisión”. No denunciar a los que provocan esas muertes, es pecado de omisión y nos hace cómplices.
347. Sin Dios no puede haber liberación
“Querer mantener la injusticia social, es querer mantener entronizado el pecado y echar aparte a Dios. Sin Dios no puede haber liberación: y donde hay pecado, no puede estar Dios. Los proyectos que solamente se montan para mantener privilegios escandalosos, no pueden ser de Dios”. (2 de marzo de 1980).
Pagar salarios injustos (es decir, que ni cubren las necesidades básicas de las familias de las y los trabajadores) para garantizar grandes cuotas de ganancia empresarial y personal (de los dueños de las empresas), es parte de la injusticia social. No pagar los impuestos, no entregar lo cobrado del IVA o lo retenido a trabajadores/as (seguro y afp) es parte de la injusticia social. De esto Monseñor Romero dice que es “entronizar el pecado”. Es la estructura de pecado que arrastra a nuestro pueblo. “Sin Dios no puede haber liberación”, por supuesto es necesario que se trata del Dios de Jesús, y no otro (ídolo, como el poder y la riqueza).
A lo largo de la historia de El Salvador los del poder siempre han impulsado proyectos que “solamente se montan para mantener privilegios escandalosos”. En la historia más reciente se ha visto esto durante los gobiernos de ARENA, hasta con las privatizaciones, los “saquitos” robados por Paco Flores, los millones que han “desaparecido” del Seguro Social, de Anda, del MOP y ….. Lastimosamente el aparato de propaganda de la derecha es tan fuerte que la mayoría de las y los votantes eligen partidos de derecha, con la consecuencia que se tiene una asamblea totalmente en las manos de la derecha (especialmente de ARENA) que bloquea todas las iniciativas del gobierno que intenta hacerlo de manera diferente. Ojalá que las y los pobres vayan descubriendo que su propio grito (por hambre, por la exclusión, por la enfermedad,..) es el grito de Dios que exige cambios radicales en el sistema injusto.
348. Están más presentes que antes
A menos de un mes de su propio asesinato Monseñor Romero nos recuerda que “todos aquellos que les han querido matar y que están más presentes que antes en este proceso del pueblo”. “ellos siguen amando las mismas causas por las cuales murieron”.
Corremos el gran riesgo de limitarnos a “recuerdos” (fotos, el parque Cuscatlán, la tumba en algún cementerio – si hay, algún monumento a masacrados, aniversarios, discursos, afiches, canciones,….). Todo esto muy importante y necesario, pero no es suficiente. Es como decir “no basta rezar”… Las causas que los llevaron a asumir el compromiso hasta dar su vida, siguen vigentes, siguen ahorcando a nuestro pueblo. Los poderes de la muerte (el pecado de los idólatras del poder y del dinero) siguen exigiendo sus sacrificios vivos. Por eso es fundamental seguir en los cauces de los y las mártires: asumir hoy sus causas, asumir hoy su compromiso, levantar hoy su bandera. “Están más presentes que antes”, sí, por solamente si nosotros nos arriesgamos al mismo camino, con el mismo horizonte.
“Están más presentes que antes”, hablando de las y los asesinados, desparecidos (de ayer y de hoy), Monseñor Romero los pone en la misma dinámica, en el mismo misterio divino de la presencia viva de Jesús.
349. Unidos con Dios
Le preguntaron a Monseñor Romero donde encontraba la inspiración para su mensaje profético. En su respuesta deja claro que su fuente era la oración, su unión con el Dios de la Vida. Los que lo hemos conocido un poco sabemos que diariamente dedicaba tiempo a la oración, sabía arrodillarse y escuchar la voz del Padre. En momentos de crisis (por algún asesinato, por una toma de iglesia, por una amenaza de masacre,..) Monseñor tomaba su rosario, empezaba a caminar, a rezar, a expresar su confianza en el Dios de la Vida, a escuchar… También cada día hacía tiempo en el arzobispado (el seminario de aquel tiempo) para recibir a la gente (sobre todo sencilla, pobre, afligida, sufriente, refugiada, perseguida,..) y escuchar… En sus palabras oía el grito de Dios mismo.
No es el entorno lujoso de la asamblea (con carros de lujo, con seguros privados de miles de dólares, con sus almuerzos y cenas, con sus viáticos y viajes,…), no es la ansiedad del capital (de los dueños de las empresas) que solo quiere ver el aumento, el crecimiento, la acumulación a cualquier precio y a todo sacrificio de las y los trabajadores, no es el poder (religioso) de las jerarquías eclesiásticas, no es la paz de los cementerios (clandestinos), no es el poder de la represión bruta y brutal contra las pandillas,…no, no y no…. Es en el Dios de la Vida donde también nosotros podemos encontrar la fuente de vida, la fuente de nuestro compromiso y entrega. En el silencio de la oración y meditación, en la escucha sincera al grito de las y los pobres… ahí Lo encontraremos.
350. La pedrada de la verdad
Monseñor Romero compara el poder (lo grande y lo armado) de la mentira con el gigante del Antiguo Testamento (Goliat) y a la vez recuerda – dándonos ánimo y fuerza para seguir adelante – que la verdad (en su debilidad) será como la piedra en las manos del pequeño David. La verdad será la pedrada que desenmascara la mentira.
La voz de las y los pobres no se oye. No se escucha el grito de los que tienen hambre y sed, de los que no tienen vivienda, de los que no tienen trabajo o un trabajo sin salario digno para un ser humano, de los que son explotados en las fábricas (maquilas,..) grandes tiendas de lujo y centros comerciales, en las cortes de café y caña,… Los partidos políticos (especialmente en tiempos de pre- campaña, y más en tiempos de gobierno) se autonombran como las voz de las y los pobres, como los que conocen su realidad y como quienes prometen “el cielo y la tierra” (el futuro será mejor, el gran cambio,..). Los pobres no cuentan con los medios de comunicación para dar a conocer “la verdad” de la pobreza, es decir el grito de Dios que exige vida y en abundancia. En las iglesias se cuenta con membresías de diferentes clases, así que las y los pastores cuidan su lenguaje sobre todo para no “herir” las sensibilidades de las y los que tienen algún poder y cuentan con comodidades o riquezas. No pocas veces se oye en vez de “la pedrada de la verdad del Evangelio”, un evangelio “light” o “zero”, un mensaje encerrado en la aureola religiosa. Una verdad a medias ya no puede ser la “pedrada del Evangelio”.
351. El diálogo cristiano y marxismo
Monseñor Romero comparte su alegría por un anunciado diálogo entre filósofos cristianos y marxistas. Sobre todo denuncia que el anti marxismo crece en la medida que crecen los “intereses personales egoístas” de los grupos de poder y de riqueza. Y a la vez denuncia que los que se espantan tanto de los grandes males del comunismo se quedan tan callados de los grandes males del capitalismo (que está sacrificando a nuestro pueblo) que defienden a capa y espada.
Recuerdo que Monseñor Romero contestó a Juan Pablo II que en el Salvador no había ningún problema de comunismo, de marxismo, sin un enorme problema de capitalismo (salvaje) que devora a nuestro pueblo. Se observa en nuestro país que hay algunos/as católicas que están en la barricada para defender toda prohibición total de aborto, mientras las mismas personas (y sus empresas) defienden el sistema capitalista que les da grandes ganancias, gracias a las explotación y el hambre de sus trabajadores/as.
El tema del diálogo entre aparentes extremos, sigue siendo vigente. Se terminó (hace 25 años) con la guerra (el conflicto armado), pero hoy – 25 años después – sigue la guerra económica (propia del capitalismo neoliberal) contra el pueblo. Ni se ha instalado la mesa económica (anunciada en los acuerdos de paz). Mientras tanto ha surgido toda la organización violentísima de las maras – narcotráfico. Estas violencias no caen del cielo, no surgen porque de repente la juventud (adolescentes) de hoy son “peores” que los de ayer. Son productos de sistemas estructurales de pecado. La gran represión violenta en contra de los mareros (sin atacar de frente las causas) solo genera que la espiral de violencia aumentará su velocidad y su crueldad. ¿No hay posibilidades de pensar en diálogo para enfrentar esa realidad?
- Inicie sesión para comentar