216. En Cristo encontramos la esperanza de la restauración.
Estamos al 6 de agosto de 1978. La fiesta del divino Salvador del Mundo ha sido para Monseñor Romero un momento muy especial, el momento también de presentar ante el pueblo de Dios sus cartas pastorales. Ese año dio a conocer su tercera carta pastoral “La Iglesia y las organizaciones políticas populares”, firmada también por Monseñor Rivera Damas. Es una carta que deberíamos volver a estudiar para iluminar hoy nuestras organizaciones políticas (partidarias, sindicales, comunitarias,..).
Por supuesto en nuestro pueblo hay una buena cantidad de personas que viven “su profesión como un servicio a la humanidad”, que “como lámpara se van consumiendo, mientras ilumina como comunidad y como Iglesia”. Pienso en el servicio que prestan tantos/as promotoras de salud, enfermeras/os, médicos, también maestros/as, trabajadores/as sociales, …… Son las personas que hacen “hermosa la sociedad”.
181. Reconozco ante Dios mis deficiencias pero creo que he trabajado con buena voluntad”. Los demás obispos de El Salvador (menos Mons Rivera) había enviado una denuncia sobre Romero a Roma: en cuestión de fe, de politización, una pastoral con falsas bases teológicas,… cuestionando todo el ministerio episcopal de Monseñor Romero. Lo escribe en su diario del 18 de mayo de 1979. Comentó a Mons. Rivera que se sentía con “mucha paz”, convencido haber trabajado con buena voluntad y muy lejos de las acusaciones.